Miles niñas, jóvenes y adultas tomaron las calles del centro de la capital hidalguense para exigir justicia por las que ya no están y pedir una vida libre de violencia para todas, en el marco del Día Internacional de la Mujer.
Con consignas, gritos y fuerza, las mujeres de todas las edades se concentraron en Plaza Juarez para comenzar su marcha minutos antes de las 17:00 horas; previamente el contingente se acomodó como colectivas, madres con infancias, mujeres con discapacidad, familiares y víctimas, resguardadas por el llamado «Bloque Negro».
Portando prendas y accesorios morados y verdes, las manifestantes avanzaron por la avenida Juárez, deteniéndose unos minutos en la Comisión de Derechos Humanos, dos estaciones del Tuzobús y la Basílica Menor de Nuestra Señora de Guadalupe, en donde el Bloque Negro hizo distintas pintas a manera de protesta.
La Glorieta de los Insurgentes no se salvó de la iconoclasia, pues las manifestantes plasmaron mensajes contra el acoso y el machismo que sufren en diferentes ámbitos de su vida.
Ya con el sol ocultándose por el horizonte, las mujeres siguieron su marcha por avenida Revolución, hasta el monumento de la Revolución Mexicana, en donde poco a poco las infancias empezaron a ser cargadas en los brazos o en los hombros de sus madres, hasta llegar al Reloj Monumental de Pachuca.
«Fuimos todas» retumbó en Plaza Independencia luego de que las feministas intervinieron al Guardián de la Bella Airosa, el cual ya tenía pintas de protestas pasadas; este año, las letras gigantes de Pachuca fueron derrumbadas.
«No estás sola»
Para cerrar la marcha, el contingente caminó sobre la calle Guerrero, en donde por varios minutos se detuvieron las mujeres para buscar a dos niñas que se perdieron, logrando encontrarlas; en ese lapso, un hombre a bordo de un vehículo Camaro negro encaró e insultó al grupo, ganándose una «intervención» a su carro, que terminó con los vidrios rotos y sin facia delantera, el individuo solo se resguardó en su unidad.
Ya en Plaza Juárez, víctimas y víctimas indirectas contaron su historia; y el Bloque Negro cerró la protesta interviniendo el edificio del Poder Ejecutivo de Hidalgo, al cual le rompieron los vidrios y quemaron pancartas en sus accesos.
