De acuerdo con la Real Academia Española, vulnerable significa que puede ser herido o recibir lesión, física o moralmente; bajo este panorama la mayoría de las mujeres usuarias del transporte público en la capital del estado se sienten vulnerables a bordo de las unidades, especialmente cuando viajan solas, largas distancias o en la noche.

De acuerdo con una encuesta realizada a diez mujeres, todas ellas manifestaron sentirse inseguras usando el transporte -especialmente en el taxi-, por lo que antes, durante y después de su viaje toman ciertas medidas de seguridad que les puede permitir actuar en caso de ser necesario; no obstante, reiteraron que la vulnerabilidad abarca desde un abuso de poder, hasta la agresión.

«Cuando me subo nada más voy checando quién sube, trato de viajar temprano».

 

¿Te sientes segura en el transporte público?

No, manifestaron las mujeres, asegurando que al abordar un taxi es recomendable tomar el número de placas, avisarle a alguien en qué tipo de transporte va, por dónde, cuánto tiempo tarda en llegar a su lugar de destino y activar el GPS del celular. De igual manera manifestaron que es recomendable no ser ostentoso, no sacar el celular a menos que sea necesario, no portar joyas o cosas de valor así como no llevar mucho dinero.

“Cuando me subo nada más voy checando quién sube, trato de viajar temprano, no cargo mucho efectivo, solamente lo necesario”, refirió Lourdes Martínez, agregando que selecciona transporte de confianza. Por su parte, Consuelo Cerón comentó: “Observo a la gente que va a mi alrededor, desde su vestimenta hasta dónde bajan, a cualquier movimiento estoy atenta”.

Aunque algunas de ellas señalaron sentirse medianamente seguras, coincidieron en que se deben tomar ciertas medidas precautorias, considerando que no únicamente el riesgo se corre con taxis, sino también a bordo del transporte colectivo donde en muchas ocasiones, los que también viajan, hacen caso omiso cuando una pasajera está siendo vulnerada de sus derechos.

El tipo de situaciones a las que se han enfrentado las mujeres a bordo de un taxi o transporte colectivo son incremento de pasaje, palabras altisonantes, mal servicio, acoso, robo o inclusive con riesgo de sufrir un accidente al no conducir de manera precautoria.

“Se exceden en los límites de velocidad, van hablando por teléfono o no respetan los señalamientos ni a los otros vehículos”, indicó Juana Gamino.

“Por desgracia las mujeres son siempre las más afectadas”.

De igual manera resaltaron la importancia de no subirse a un taxi cuando ya hay un pasajero a bordo, proponer una ruta de destino y en caso de notar que se desvía, llamar inmediatamente a alguien “hablar en voz alta y decir en donde vas, describir el taxi y la persona, aunque se moleste el chofer, lo importante es tu seguridad”, dijo Karla Rodríguez.

La inseguridad va de la mano con la noche, comentó Nohemí, quien tras describir la ruta que debe tomar para llegar a su destino diariamente, destacó que los problemas se presentan por la falta de iluminación en paraderos, puentes o calles y avenidas donde debe abordar el transporte, lo que dificulta aún más tomar ciertas medidas de seguridad antes de abordar.

 

Conductores responsables

Choferes de distintas unidades señalan que la vulnerabilidad de las mujeres sigue y seguirá presente aunque sea difícil reconocerlo, “por desgracia las mujeres son siempre las más afectadas” porque difícilmente cuando son contratados se puede determinar si son personas violentas o con malas intenciones; no obstante, aconsejaron la selección de unidades seguras en bases autorizadas, que cuenten con tarjetón a la vista, verificar que las unidades se encuentren en buen estado y sin vidrios polarizados.

«Tengo clientes de años que siempre me marcan para solicitar el servicio de taxi».

De igual forma recomendaron a las usuarias llamar a las líneas de servicios autorizados si desean recurrir al servicio de taxis, o algún conocido que ellas ya tengan identificado, lo que les da más confianza.

“Tengo clientes de años que siempre me marcan para solicitar el servicio de taxi (…), cuando no puedo les envío alguien de mi confianza; por lo regular atiendo a una señora de mayor edad que tiene dificultad para moverse con sus cosas y me permite entrar hasta su hogar para llevarlas”, cuenta Emmanuel Carrillo.

De acuerdo con la Secretaría de Movilidad y Transporte del estado de Hidalgo, entre las acciones que se implementan para promover la seguridad y respeto a las mujeres en el transporte público son la coordinación con el Instituto Hidalguense de la Mujer para propiciar una mejor cultura, incorporar en los cursos de capacitación para los conductores toda una vertiente de respeto al género femenino.

Asimismo, a través de los operativos de vigilancia y supervisión realizados en la zona metropolitana de Pachuca y en los diferentes municipios del estado, se verifica que los operadores de transporte público se conduzcan con total respeto hacia las usuarias.

Por tal panorama, el secretario de Movilidad y Transporte, Rufino León Tovar, indicó que en conjunto con la Secretaría de Política Pública y con la Unidad de Planeación y Prospectiva, se busca implementar un esquema que permita cámaras de seguridad en todo el transporte del estado.

“Si establecemos un transporte específico para discapacitados pues resulta que estamos discriminando, si establecemos un transporte para mujeres pues resulta lo mismo, el tema es cómo hacemos un transporte incluyente, cómo hacemos un esquema seguro para todos y que no obedezca un tema de género”.

«El robo en el transporte público se incrementó durante el 2016 poco más del 18 por ciento».

Consideró que Hidalgo, a diferencia de estados vecinos, no tiene la alta incidencia en percepción de inseguridad en el transporte, pese a ello se busca atacar dicha problemática.

Con base en ello, y de acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2017, el robo o asalto en el transporte público se incrementó durante el 2016 poco más del 18 por ciento en comparación al año anterior.

Refiere que el 58.1 por ciento de la población se siente insegura en el transporte público siendo el quinto lugar de percepción de inseguridad, por debajo de un cajero automático, el banco, la carretera y la calle. A nivel nacional dicha percepción es la tercera causa llegando al 70.3 por ciento. Durante el 2016 un 30.5 por ciento de la población dejó de usar el taxi por inseguridad así como un 17.7 por ciento el transporte público por miedo a ser víctimas de algún delito.

 

Denuncias

Ocho de cada diez mujeres denuncian algún tipo de abuso o incidencia.

De acuerdo con nuestras encuestadas, únicamente ocho de cada diez denuncian algún tipo de abuso o incidencia, dentro o por el transporte público, siendo las principales causas no tener pruebas, no haber tomado datos, no saber a dónde dirigirse o por el tiempo que requieren los trámites de una denuncia.

Sin embargo, la Secretaría de Movilidad y Transporte informó que se atienden las quejas de las o los usuarios sobre el servicio público en la modalidad de individual (taxi) y colectivo (ruta) mediante la Línea de Atención Ciudadana, correo electrónico y redes sociales de la dependencia, a la par se encuentran las líneas de emergencias del 911 con los servicios de Seguridad Pública.