En relación a la recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) realizada al Tribunal Superior de Justicia de Hidalgo (TSJEH) y al Consejo de la Judicatura del estado, el ombudsman del estado, Alejandro Habib Nicolás indicó que este tema lo lleva directamente la CNDH, pero en la Comisión estatal estarán pendientes del seguimiento de la misma, pues esas cárceles no pueden ser utilizadas como Ceresos.
Aclaró que la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) en este caso no intervino, porque fue un asunto que se llevó directamente en la Comisión Nacional, “pero lo que hace la Comisión estatal en cuanto al tema de los Ceresos y cárceles distritales que es el caso, se hacen dos diagnósticos penitenciarios al año, y efectivamente el diagnostico penitenciario no es alentador”.
En el caso de Atotonilco El Grande, Tizayuca y Zacualtipán, que son cárceles distritales que están haciendo las veces de Centro de Reinserción Social (Cereso), explicó que no reúnen las características en cuanto a infraestructura, en cuanto a seguridad y en cuanto al número de personas que se encuentran en reclusión de un Cereso.
“La recomendación es contundente por parte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y estas cárceles no pueden seguir siendo utilizadas como Ceresos, salvo que exista una reingeniería y se cumpla con los estándares mínimos y condiciones mínimas de seguridad y de instalaciones para que albergue a los internos”.
Expuso que puede haber personas recluidas o internos en condición de procesados, otros sentenciados u otros por faltas administrativas, “y al final del día, no deben estar todos en el mismo espacio, ni compartir en los mismos espacios, porque cada uno tiene una diferente calidad y por lo tanto debería tener cada uno un espacio correspondiente”.
Habib Nicolás consideró que la situación de estas prisiones tiene que ver con un tema de recursos económicos, porque construir un Cereso ad hoc implicaría una erogación costosa, pues más o menos el costo por persona que se encuentra recluida es de dos mil pesos.
Así que si se quisiera hacer un reclusorio que contara con las características necesarias para atender a una población penitenciaría de 500 personas, ya se estaría hablando de una cantidad de dinero importantísima que se le tendría que invertir a un Cereso, más aparte, el mantenimiento cotidiano, la alimentación, la herramientas, el esparcimiento y el trabajo, y todo lo que implica la materia de reinserción social.
“Es un tema de recursos, y bueno, vamos a estar atentos para que sea aceptada la recomendación de la Comisión Nacional y cuál sería el seguimiento que se le va a dar a estas personas, si van a ser trasladadas a otros Ceresos del estado y ver si otros Ceresos del estado tienen la capacidad para recibir a determinado número de reos, o de personas que están siendo procesadas o sentenciadas y cuál será la suerte que sigan los procesos penales que se siguen en contra de estas personas”.
Consideró que los internos tendrán sus audiencias y deberán ser trasladados a la jurisdicción ante la cual se están siguiendo sus asuntos.