Será el sereno, como dicen coloquialmente los mexicanos, pero los astros ya se alinean a favor de Enrique Doger Guerrero, delegado del IMSS en Puebla.

Porque las cosas en el PRI -local y nacional- ya se empiezan a amoldar con miras al proceso electoral del 2018.

Y todo apunta que la disputa de la candidatura al gobierno será entre el ex edil y el subsecretario de la Sedatu, Juan Carlos Lastiti Quirós.

Eso sí, entre ambos hay una abismal diferencia -en muchos sentidos- en la que Doger es el beneficiado.

Porque Enrique es un académico que se volvió político y que supo forjar un camino que lo llevó al PRI y al éxito político.

Ya fue rector de la BUAP, la universidad pública más importante de Puebla.

Ya fue presidente municipal de Puebla, diputado local, federal y ahora es delegado del IMSS en Puebla.

Por otra parte, Lastiri es un invento del marinismo, un político que salió de la camada de los compadres del gober precioso, Mario Marín Torres.

Lastiri ocupó varios cargos en el gobierno poblano en el sexenio marinista y como pudo se coló a la Sedesol donde se encontró con Rosario Robles Berlanga, a la que sedujo políticamente.

Hoy por hoy es empleado de la Sedatu y tiene invertidos en la precampaña de su precampaña recursos que, se dice, provienen de aquella dependencia.

A pesar de ello, la autoridad correspondiente lo ha exonerado de cualquier violación a la norma electoral; sin embargo, las evidencias de su promoción anticipada allí están y tal parece que allí se van a quedar.

Mientras tanto, a Enrique Doger  parece que por fin podría hacerse realidad su sueño de jugar por la gubernatura de Puebla.

Todo indica que ahora sí le hará justicia la revolución.

Los hechos así lo indican.

De entrada, la versión de que Aurelio Nuño Mayer, titular de la SEP nacional, pudiera ser el próximo candidato del PRI al gobierno poblano parece más una mala broma que una verdadera posibilidad.

De entrada, estoy seguro que al funcionario federal nada le gustaría más que disputar la candidatura del PRI pero para presidente de la república y no para la gubernatura de un estado.

Ni siquiera como premio de consolación la aceptaría.

Además, para el gobierno federal Puebla está convulsionado.

Tampoco es tan fácil decidir un triunfo desde Los Pinos así porque sí, y menos con AMLO de por medio.

Y menos si los intereses de Rafael Moreno Valle Rosas están de por medio.

Tampoco en las condiciones en que se encuentra el gobierno peñista.

Tanto el PRI como el presidente Enrique Peña Nieto buscarán ganar la mayoría de los estados con hombre y mujeres que garanticen un triunfo, gente con arraigo, con estructura, con números, y no con candidaturas que pudieran reventar por la mala imagen y poca aceptación que tiene su gobierno.

Hasta ahora en Puebla, el más adelantado es Enrique Doger, no hay más.

Lastiri, aunque brinque patalee y Rosario Robles le ayude a mover los hilos de la federación, no va a ser candidato.

La sola imagen del empleado de la Sedatu no genera confianza entre la gente.

Gente, por cierto, que es acarreada a sus eventos denominados “Decisión Puebla 18”.

Así que el gallo de Chayito Robles parece que brinca en el ruedo sin navaja en las patas para defenderse.

En cambio a Doger los astros, insisto, parecen alineársele.

Y la ratificación de la senadora Blanca Alcalá Ruiz como embajadora de México en Colombia así lo sugiere.

Blanca era la más adelantada de los posibles aspirantes pero ya quedó fuera.

Lo mismo sucede con el retraso del proceso para la renovación del Comité Municipal del PRI en la capital.

Al PRI ya no llegó Javier Cacique Zarate, un verdadero operador y líder que seguramente hará un buen papel en el 2018, en su calidad de secretario de acción electoral; y tampoco parece que llegará Edgar Chumacero Hernández, esposo de la regidora priista Karina Romero Alcalá.

Aún falta definir el futuro de Francisco Ramos Montaño, ex yerno de Chayito Robles, quien es un marinista de hueso colorado que juega con Lastiri y que se mencionó como posible sucesor de Pepe Chedraui.

Todo esto a Doger le favoreció.

Así que como dice la canción ¡pasito a pasito, suave, suavecito…! se perfila Doger como el puntero de los aspirantes serios a la candidatura del PRI al gobierno en 2018.

Ya sólo falta que las cosas se acomoden bien en su partido porque su dirigente estatal, Jorge Estefan Chidiac, aún tiene sus dudas.

Eso sí, si a Doger no le dan la candidatura a la gubernatura tampoco le interesa la del Ayuntamiento de Puebla.

Y el argumento es muy sencillo: actualmente es el priista mejor posicionado y con mayores posibilidades de triunfo.

Y los números así lo indican.

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poncharelazo@yahoo.com.mx

En twitter: @poncharelazo

 

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