En estos días de noticias olímpicas, ha destacado en cuanto a mujeres se trata, una nota sobre el equipo alemán de gimnasia, pero no por su desempeño, sino por una cuestión relacionada con su uniforme.
Resulta que hace unos meses en el Campeonato Europeo de Gimnasia celebrado en Suiza, integrantes de aquel equipo utilizaron un traje completo que les cubría los brazos y las piernas durante su participación.
Como ninguna gimnasta había portado un uniforme distinto al típico leotardo corto salvo por motivos religiosos, su aparición con ese atuendo generó un inmediato revuelo.
Pero, ¿Cuál fue el motivo para que tres integrantes del equipo alemán tomaran dicha decisión?
Éste es muy sencillo: estar más cómodas, según lo expresado por Sarah Voss, una de las chicas que usó el mencionado traje.
Y tiene toda la razón. Ella explicaba que, al llevar a cabo las diferentes competencias, sobre todo al hacer splits y saltos, el leotardo solía moverse de lugar y provocar incomodidad en las integrantes ante el riesgo de que pudiere verse algo de más de sus cuerpos, lo que causaba distracciones que aunque momentáneas, podían repercutir en su participación.
Por otro lado, cambiar su vestimenta fue también una manera de protestar ante la sexualización y cosificación de las deportistas, así como de hacer que las niñas gimnastas vean que hay otras opciones más cómodas para vestir.
Y es que es más que claro que las directivas de los equipos se han preocupado más por cómo lucen sus cuerpos las participantes que por su comodidad. De que se ven más bonitas, sobre todo para los hombres con un leotardo corto claro que sí, pero tiene razón Voss en que no se pone uno a pensar en que no es cómodo ni funcional para ellas. Viendo las imágenes de las gimnastas alemanas con su nuevo uniforme, se ven muy bonitas también y lo que es más importante: estarán más seguras de sí mismas.
Afortunadamente la Federación Alemana de Gimnasia les brindó todo su apoyo, aunque el Comité Olímpico no ha emitido su postura, así que aún no se sabe si se les permitirá participar con su nuevo atuendo.
Por otro lado, la Federación Alemana explicaba que los nuevos trajes son una manera de prevenir el abuso sexual dentro del mundo de la gimnasia y generar conciencia en torno a este tema, después del escándalo destapado en la Federación de Estados Unidos de Gimnasia.
En otro caso sobre sexualización deportiva de las mujeres, el equipo de balonmano de playa femenino de Noruega fue multado por la Federación Europea con 1500 euros por haber usado shorts en vez de bikinis ajustados como lo marca la norma, durante una justa contra España para obtener la medalla de bronce en días pasados, con todo y que contaban con el apoyo de la Federación de Balonmano de su país y de los políticos del mismo.
Los argumentos absurdos para la multa fueron el “haber usado ropa inadecuada”, ya que “las jugadoras deben aportar atractivo a una competición donde los patrocinadores son muy importantes”, aunque las integrantes del equipo expresaran sentir mayor seguridad a la hora de jugar cubriendo más sus piernas.
Es decir, así como en la gimnasia, les importa más el atractivo visual para el sexo masculino que la comodidad de las jugadoras, quienes aunque estaban advertidas de la negativa de la Federación y de la posible multa, decidieron presentarse con un short que cubría 10 cm en los laterales como forma de protesta al sentirse cosificadas y al considerar que la vestimenta que se les obliga a usar es discriminatoria.
Para apoyar su argumento, la Federación Noruega circuló en redes sociales una foto con los equipos femenino y masculino juntos, donde se aprecia la marcada diferencia en los uniformes, pero aun así la Federación Europea les aplicó la multa a las integrantes del equipo femenil.
Falta mucho aún por avanzar para eliminar la sexualización de las mujeres en éste y en muchos ámbitos.
Nos leemos el próximo lunes.
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