El fin de semana leí en una publicación de un grupo de mujeres al que pertenezco, el pedido de auxilio de una chica para poder ayudar a una amiga a salir de una relación tóxica.

En su post hacía las siguientes preguntas: ¿Cuándo tocaron fondo en una relación tóxica? ¿Cómo lograron identificar que era codependencia y no amor? ¿Cómo se libraron de un hombre manipulador y narcisista? ¿Cuándo les cayó el veinte de que con su amor no bastaba?

Además de que planteaba el contexto: relación de un año con infidelidades, peleas, reconciliaciones y la pérdida de un bebé; asimismo contaba que aunque la amiga se había separado seguía viéndose con el ex y contemplaba regresar con él otra vez porque en verdad creía que estaba arrepentido. Decía también que tanto la familia como los amigos de la mujer siempre le decían que el sujeto no era digno de su amor, paciencia y ternura y que agradecía a quien le pudiera compartir su experiencia, recomendaciones y tips.

Al leer el post me sentí plenamente identificada porque como les contaba en una columna meses atrás, yo estuve en una relación tóxica. Y en aquella hubo lo que la chica del post menciona.

No es fácil reconocer que estás en una relación así y mucho menos salir de ella, porque tal como dice una de las preguntas, es difícil identificar que existe codependencia. Existen muchos elementos en juego dentro de una relación tóxica, algunos de los cuales mencionaba en la columna de hace unos meses; dos de ellos muy importantes son la dependencia emocional y la indefensión aprendida.

Recuerdo que escribí sobre el tema porque se suele criticar a quien está dentro de una relación así y vive algún tipo de violencia diciendo: “¿Por qué no lo deja, por qué sigue ahí?, ¿Por qué le aguanta todo eso?, ¿Qué no se quiere?”  Y en parte eso es cierto. Generalmente cuando hay falta de autoestima o ésta no es suficiente se permite el maltrato en cualquiera de sus formas, entrando también en juego los elementos que les mencionaba en el párrafo anterior.

Todo es un círculo: la falta de autoestima genera dependencia y codependencia-ésta lleva a la indefensión aprendida (es decir, no saber ya para dónde hacerte porque por más que hagas obtienes el mismo resultado de maltrato)- y ésta indefensión mina aún más la autoestima. Así se va continuando con el círculo.

Es por esto que no es fácil salir de una relación tóxica ni darse cuenta de lo que preguntaba la chica en su post. O aunque nos vayamos percatando nos cuesta admitir la realidad. Pero cuando logramos hacerlo, ya no hay marcha atrás.

Cada quien sabe el momento en que ya tocó fondo. Cada mujer llega a un punto en que dice: ¡YA NO MÁS! Así me pasó. Por supuesto como en toda relación de codependencia la persona en cuestión trató en varias ocasiones de convencerme para regresar con él; ya nunca lo hice. Me mantuve firme en mi postura por primera vez por más cosas que hiciera y dijera. Porque al fin había logrado aceptar (porque ya lo sabía desde tiempo atrás) que lo que había entre nosotros no era sano para mí.

A la chica del post le respondí contándole lo que me ayudó a escapar de esa relación, que fue estar muy en contacto con una amiga psicóloga, tener mucha fuerza de voluntad, comenzar a amarme y valorarme más así como leer libros de autoayuda. Pero todo es un proceso.

Aunque tardé en decidirme en poner un alto final, cada situación que pasé me fue abriendo más los ojos, me fue dando la fuerza y los argumentos para encarar a mi ex novio y dejarlo a él sin estos. Lo más importante, finalmente reconocí en mí  lo que mi familia y amigos veían pero que yo misma no creía; ellos siempre me decían que el susodicho no merecía mi amor, cariño, ternura y paciencia, tal como dice el post, por eso me sentí tan identificada y me decían que no merecía estar con un maltratador. Nunca hubo violencia física, pero ya sabemos que no es el único tipo y que el emocional es el peor. Ese fue el que yo sufrí.

Quise contar mi historia esta vez con mayor detalle porque es importante que quienes están aún en una relación tóxica vean que sí pueden lograr salir de ella. He sabido de mujeres que tras 10, 15 o hasta más años de estar en una relación así, logran finalmente escapar, pero sí es posible salir mucho antes. Para ello es de suma importancia que la familia y amigos brinden su apoyo a quienes están en relaciones así, por eso fue muy grato ver el post de la chica el cual me inspiró a ampliar mi historia.

Lo que toca tras cerrar un capítulo tan difícil es seguir fortaleciendo nuestra autoestima y seguridad. También ir dejando atrás el miedo a que nos lastimen; lo malo es que durante el proceso la regamos y a veces pasamos a  traer a quien no lo merece porque ponemos nuestra barrera para no salir heridas.

Pero de que es posible volver a ser felices en una relación sana donde realmente haya amor y no codependencia, por supuesto que es posible. Es cuestión de seguir alimentando nuestro amor propio para no volver a permitir ningún tipo de maltrato.

Nos leemos el próximo lunes.

CONTACTO

@Ari_Sintesis127 en Twitter

rodaril127@gmail.com

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here