Artesano del municipio de Ixtenco, dedicado a la elaboración de cuadros y portadas de semillas, joven entusiasta y amante de su cultura, es Julio César Medina Moreno, un Orgullo Tlaxcalteca de 31 años de edad.
En entrevista realizada en su hogar, un lugar alegre, lleno de vida y expresiones artísticas, Julio César relata que lleva once años de trayectoria como artesano en Ixtenco y es, por ahora, uno de los exponentes más jóvenes de su municipio natal.
¿Cómo nace el interés por mantener viva esta artesanía?
Comencé desde pequeño gracias a un trabajo escolar, me llamó la atención, pero ya cuando inicié a realizar los trabajos en forma, tenía 20 años, realicé algunos cuadros que me pedían y otro tipo de trabajos.
Gracias a su talento nato y amor por sus tradiciones, Julio César fue elegido en 2015 para elaborar un cuadro con semillas nativas de Ixtenco, en el que plasmó la figura de su santo patrón, San Juan Bautistas, creación que llegó a ser expuesto en el Museo Regional de Tlaxcala como pieza del mes.
De igual manera, ha realizado portadas para otros municipios, así como trabajos entregados en el estado de Puebla e Hidalgo, sin embargo, a la fecha y a pesar de su enorme talento, no ha sido reconocido en el estado de Tlaxcala actualmente.
“Tengo el reconocimiento de las personas, lamentablemente he trabajado fuera del municipio y desde hace tres año, comencé a participar en las festividades locales, pero no han sido consecutivos”.
¿Es complicado competir contra artesanos consolidados?
-Hay artesanos con más trayectoria, hay quienes han concursado con sus piezas en distintos eventos y son trabajos importantes, por esa razón mi trabajo no ha sido tan reconocido, pero es dentro del pueblo y fuera de aquí hay gente que me conoce y sabe de mi trabajo.
Proceso artesanal y de sumo cuidado
Julio César, relata con entusiasmo su forma de trabajar, pues inicia con el bocetaje de lo que quiere plasmar, pues sus trabajos siempre son únicos e irrepetibles, luego de dibujar varias opciones, selecciona las mejores para ser plasmadas en su lienzo.
Enseguida viene la selección y compra de semillas, proceso que lleva a cabo con don Simón, quien se ha dedicado en sus campos de cultivo a realizar mezclas de color que satisfacen los estándares de calidad con los que trabaja nuestro Orgullo Tlaxcalteca.
Aseguró que su proveedor de semillas cuenta con una gran variedad de colores y tonalidades únicas en su tipo, por lo que todas o cada una de sus creaciones son 100 por ciento naturales, no utiliza colorantes artificiales o naturales, un plus que tiene su trabajo en comparación a otros en la misma comuna y fuera de ella.
“No solo son maíces pegados. Son sentimientos plasmados, por medio de ellos, hay sueños hechos realidad, con la delicadeza y respeto que se merecen, pero también con todo el corazón”.
Asegura Julio César que su trabajo está siempre lleno de sentimientos, de pasión por lo que hace y de una notable dedicación, pues los granos que selecciona siempre deben cumplir con un estricto estándar de calidad para quedar completamente complacido con su creación final.
Nunca se ha detenido en la búsqueda de sus sueños
De familia humilde, con un padre dedicado a la albañilería, oficio que Julio también práctica, madre ama de casa y tres hermanos, nuestro entrevistado tuvo la oportunidad de estudiar una licenciatura, sin embargo, por falta de recursos no la pudo concluir; pero en su forma de expresarse, en lo firme de sus ideas, deja ver que es un hombre con firmes convicciones, decidido a apoyar a su familia y salir adelante da muestra de sus estudios.
La familia
Los padres de Julio nunca se dedicaron a la elaboración de cuadros y portadas, sin embargo, él tomó esta acertada decisión que a la fecha le ha rendido grandes frutos y uno de sus sueños es llegar a elaborar la portada de la iglesia de Ixtenco, honor, que dijo, será muy grande.
A este sueño se ha sumado su familia, quienes relata con orgullo, dejan en ocasiones sus labores para apoyarlo en su trabajo, que tarda cerca de mes y medio en concluir.
Con orgullo, menciona que su padre, a pesar del cansancio por su trabajo, la albañilería, siempre se ha tomado el tiempo de apoyarlo al igual que su madre, que con entusiasmo pega y observa el avance de cada semilla que queda plasmada por las manos de este artista oriundo de Ixtenco.
Luego de la entrevista, Julio César ya en confianza, demostró todos sus dotes artísticos e interés por su cultura, pues además de cuadros y portadas, elabora bisutería, talla piedras, cuenta con pinturas finamente elaboradas, además, reveló que sus intereses culturales lo han llevado a dar clases de danza en las escuelas de la comunidad.
También elabora pepenado, aprenderá a hacer señidores, elabora punto de cruz y se encuentra en el proceso de aprendizaje de su lengua madre, el Otomí.
“Agradezco a Dios y agradezco a la gente que ha estado a mi lado; a mis padres que me proporcionan un techo y un espacio para mi trabajo, sin ellos, sin la educación que me han dado, sin los consejos, no tuviera este amor por ser artesano”, finalizó.