Aunque el amor es una fuerza maravillosa y poderosa también posee un amplio poder para ocasionar un daño profundo, cuando no es correspondido, prohibido o platónico. En el transcurso de la vida prácticamente todas las personas tendrán un amor que será catalogado como imposible.

Este tipo de amor es más frecuente en la época de la adolescencia, pues en este periodo de la vida las emociones se muestran de manera más intensa. Los amores imposibles son una experiencia amarga y frustrante que tiende a afectar la estabilidad emocional.

Los amores imposibles tienen una clasificación propia, pues por lo regular para la psicología este tipo de sentimientos pueden ser producto de las carencias emocionales, por lo que como individuos es sumamente importante cultivar el autoestima.

El primero de los tres es el amor fantasma que se identifica por idealizar a una persona, atribuyéndole todas las características que se desean dentro de una pareja, por lo que los atributos del individuo suelen ser un autoengaño, lo que deseamos no lo que son en realidad

El amor narcisista este tiene lugar cuando se busca una pareja con características similares a las propias bajo la excusa de “es lo que merezco”, como consecuencia se busca alguien perfecto y el nivel de exigencia nunca será satisfecho.

Los amores platónicos son aquellos que debido a circunstancias propias o externas, en muy raras ocasiones suelen salir adelante, pues tienen una serie de retos que para los involucrados serian difíciles de sortear. Entre los ejemplos mas comunes están las personas casadas, las relaciones a distancia y las brechas de edad. También son ampliamente distinguibles, pues aun cuando se superan dichos retos suelen ser amores muy pasajeros ya que tienden a estar compuestos de una mayor carga pasional que emocional.

Con el objetivo de impulsar a las personas a superar este tipo de amores cada 16 de febrero se conmemora el Día de los Amores Imposibles a fin de dotar a las personas que atraviesan dicha circunstancia de herramientas que las ayuden a recuperar su estabilidad emocional.