El abogado penalista Serafín Ortiz Ortiz, calificó como un oficio de alto riesgo a la actividad periodística debido a los actos que en todo el país han atentado contra su origen a través de la violencia, e incluso con el espionaje telefónico del estado mexicano.

De acuerdo al exdiputado local, México está viviendo una situación caótica debido a los actos en contra de la libertad de expresión que a nivel nacional han dejado muertes entre integrantes del gremio.

Denunció que a partir de la violencia que se ha ejercido en contra de periodistas se comprueba que, en algunos casos, las instituciones públicas han sido penetradas por la delincuencia organizada.

“El gobierno federal parece no tener elementos ni talento o sensibilidad para involucrarse en la defensa de la libertad de los gobernados”.

Incluso, consideró que a nivel estatal la prensa tiene oportunidad de acceder a mejores condiciones de ejercicio a partir de la actitud más civilizada que representa el actual gobernador Marco Mena respecto a su relación con los medios de comunicación, ajena a la que tuvo el exmandatario, a cuya gestión la definió como autoritaria y arbitraria.

Serafín Ortiz Ortiz consideró imprescindible que la sociedad en general deje de percibir a la violencia como un fenómeno común o de convivencia cotidiana, a través de la exigencia hacia las autoridades por la aplicación de un estricto estado de derecho.

Al respecto, consideró que el nuevo andamiaje que opera en todo el país desde el año pasado en materia de justicia penal, no representa más que un acto retrograda que atenta contra las garantías de las personas y propiamente de las víctimas de un delito.

El exrector de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT) señaló que el Sistema Penal Acusatorio que fija a la oralidad como uno de sus ejes centrales, regresó a las épocas del derecho griego la aplicación de la justicia.

Lamentó que las autoridades mexicanas estén presumiendo al nuevo sistema como un marco normativo moderno y de amplio alcance pero que, eso sí, ofrece mayor atención a los delitos denominados de bagatela.

Es decir, acusó, el Sistema Penal Acusatorio pretende proteger a la delincuencia organizada por acuerdo precisamente con los integrantes de las células delictivas.

“Auguro un fracaso a los juicios orales y muy corta vida del nuevo sistema. Volveremos a un esquema en donde la mitad sea inquisitiva y otra acusatoria para retornar a donde estábamos antes”.