La pandemia de COVID-19 está causando un “temor y sufrimiento incalculables” en los ancianos de todo el mundo, un grupo demográfico donde se registra una mayor incidencia de decesos, sobre todo en los mayores de 80 años, cuya tasa de mortalidad es cinco veces la del promedio global, indicó el viernes el secretario general de la ONU Antonio Guterres.

Más allá de los riesgos de salud, “la pandemia pone a ancianos en mayor riesgo de pobreza”, con un impacto particularmente devastador en los ancianos de países en desarrollo, agregó el titular de la ONU.

Guterres emitió un informe de políticas sobre el impacto del COVID-19 en las personas mayores con varios mensajes clave, el más importante de ellos que “ninguna persona, joven o vieja, es prescindible» y que “los ancianos tienen los mismos derechos a la vida y la salud que todos los demás».

El secretario general, quien celebró el jueves su cumpleaños 71, dijo: “Como persona mayor, con responsabilidad hacia una madre incluso mayor, estoy muy preocupado por la pandemia a nivel personal, y sobre sus efectos en nuestras comunidades y sociedades”.

Hizo un llamado para un mejor apoyo social y planes «más inteligentes” para utilizar tecnológica digital para contactar a personas mayores que podrían enfrentarse a un gran sufrimiento por el aislamiento y restricciones a su movilidad.

Guterres dijo que todas las respuestas sociales, económicas y humanitarias a la pandemia deben considerar las necesidades de los ancianos, y señaló que la mayoría son mujeres que son más propensas a entrar en su senectud en condiciones de pobreza, sin acceso a atención médica.

También dijo que los ancianos no deben tratarse como “invisibles o indefensos”, y señaló que muchos trabajan y están totalmente inmersos en la vida familiar, enseñanza, aprendizaje y cuidado de otros.

“Para salir juntos de esta pandemia, necesitamos que aumente la solidaridad global y nacional, y las contribuciones de todos los miembros de la sociedad, incluidos los ancianos”, dijo Guterres en un mensaje en video que acompaña al informe de políticas que también enfatizó la importancia de construir “sociedades amigables a la edad”.

El reporte advierte que no sólo los mayores de 80 años mueren de nuevo coronavirus a una tasa mayor que el promedio, sino que “un estimado de 66% de las personas con 70 años o más tienen por lo menos una condición subyacente, lo que los pone bajo mayor riesgo de un impacto severo del COVID-19”.