Afganistán registró otra cosecha récord de opio en 2021, con 6 mil 800 toneladas y la incertidumbre por la toma de poder de los talibanes en agosto aumentó los precios, lo que puede incentivar todavía más el cultivo.
Esa cosecha de adormidera, la segunda mayor de la última década, puede llevar a los mercados internacionales alrededor de 320 toneladas de heroína pura, estimó hoy la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
La producción de opio aumentó un 8 % este año y los incentivos para el cultivo se incrementaron a medida que los precios se han recuperado en medio de la pobreza de la población, según un informe de la agencia de la ONU.
«La cosecha de opio de 2022 se basará en las decisiones que los agricultores tomarán en noviembre de 2021, cuando comiencen a sembrar adormidera», agrega el reporte.
Los opiáceos afganos cubren las necesidades a 8 de cada 10 consumidores de esa droga en todo el mundo y representa alrededor del 85 % de la producción mundial.
«Los ingresos procedentes de los opiáceos ascienden a entre 1.800 y 2.700 millones de dólares en 2021 dentro de Afganistán, pero se obtienen beneficios mucho mayores en las cadenas de suministro de drogas ilícitas fuera del país», señala la ONU.
La creciente incertidumbre política en Afganistán desde agosto de 2021, cuando los talibanes llegaron al poder, llevó a que los precios del opio casi se duplicaran en agosto -hasta más de 100 dólares por kilo- en comparación con mayo.
Los talibanes prometieron que pondrán fin a la plantación de opio en el país, pese a que la comunidad internacional y los informes de la ONU han subrayado que en el pasado utilizaron los ingresos producidos por esta droga para financiarse.
El informe de la UNODC advierte asimismo que, junto con el aumento de la producción de opio y heroína, la fabricación de metanfetamina y otras drogas sintéticas en Afganistán también creció de forma importante en 2021.