Por muchos años se hicieron esfuerzos porque en el país se tuviera una liga profesional de futbol femenil, pero lamentablemente nunca pudo concretarse por cuestiones que solo la Federación Mexicana sabe, seguramente porque no había condiciones o por un complejo que evidencia el desconocimiento de la equidad de género, pero que evidentemente llevó implícito la falta de oportunidad para este sector en el deporte que hasta hace unos días solo era practicado profesionalmente por hombres, pero que afortunadamente al fin se abrió la oportunidad para que las futbolistas talentosas de México puedan demostrar su talento.
Inicialmente esta liga contará con la participación de la mayoría de los clubes de primera división, y como aficionado deseo que tenga el arraigo e historias épicas como hasta ahora el torneo profesional de varones. La historia se ha empezado a escribir con el partido entre Pachuca y Pumas y que marca el inicio de lo que promete ser una competición de huesos viejos, donde se escribirán historias de triunfos y de derrotas.
De acuerdo con las reglas establecidas, de inicio solo podrán participar jugadoras mexicanas menores de 23 y mayores de 17 e inicialmente sólo participarán 16 equipos, lo que sin duda será un avance en el futbol profesional con la intención de elevar el nivel competitivo de las participantes y que en un futuro no muy lejano, puedan salir del país para ofrecer su talento en otras ligas, principalmente en Europa que es el continente donde mejor se juega este deporte.
Hasta hace unos meses solo se contaba con ligas amateur que también dependía de la Federación Mexicana de Futbol y en la que participaban 240 equipos de todo el país, en las categorías sub 16 y sub 13, sin embargo en el mes de diciembre se decidió profesionalizar la liga de mujeres en la asamblea de los dueños de los clubes y que representa el inicio de una nueva era.
Pero ¿Qué implica tener una liga profesional de futbol femenil?, sencillamente que se pueda trabajar todos los días con las competidoras para lograr un óptimo alto rendimiento, que no solo se realicen giras de preparación para enfrentar algún torneo como lo era con la selección nacional de mujeres, y que por supuesto, la federación y los dueños de los clubes muestren interés en impulsar el talento mexicano.
También existe un amplio compromiso de todos para que florezca este nuevo proyecto, y me refiero a la Federación, a los dueños de los clubes y por supuesto a la afición; esto es un trabajo de todos a quienes nos gusta este deporte, porque es evidente que para que funcione es necesario inyectarle recursos económicos para sostenerla, se requiere buscar talento femenino para que pueda ser llevado a la cancha y por supuesto que también del apoyo en las gradas por parte de los aficionados.
Sin lugar a dudas este gran acierto tendrá que irse ajustando en todos los sentidos, aún hay cabos sueltos, y como prueba tenemos por un lado el sueldo que percibirán las jugadoras, que sin duda será infinitamente inferior al que perciben los jugadores profesionales, y por otro lado, todo indica que algunos clubes de la liga femenil no jugarán en el estadio de la liga varonil, sino en un escenario alterno. Se trata de un proyecto que de inicio puede tener muchas imperfecciones pero que era necesario arrancar por el bien del deporte femenil en México.
Estoy convencido que aún estamos en pañales en comparación con otros países donde se juega liga profesional de mujeres, pero que en algún momento teníamos que empezar; ahora debemos comprometernos todos a no dejarlo morir, a que se consolide, a que llegue a buen puerto y que en un futuro podamos abarrotar los estadios para ver un gran espectáculo.
El balón nacional vuelve a ser noticia y ahora rueda en favor de las futbolistas mexicanas. Con estos cimientos esperamos ver crecer paulatinamente tanto el nivel competitivo de sus participantes, como el crecimiento del deporte femenil en el país.
Hasta la próxima
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