En la columna anterior tocaba el tema de la detección de engaños. Se requiere tener la mente abierta, pero no tanto como para que “se le caiga a uno el cerebro”, como solía decir Richard Feynman. La situación actual con el fluctuante abasto de combustible en muchas gasolineras ha generado una enorme especulación. Damos crédito a explicaciones fantásticas.
En ciencia se sigue el criterio de la navaja de Occam. Este dicta que entre dos explicaciones posibles, se debe elegir la más simple. Sin embargo, parece que los mexicanos tendemos a preferir “explicaciones” fantásticas y sin sustento. Nos sentimos cómodos pensando en mitos que van desde el “chupacabras” hasta la conocida anécdota del juerguista a quien supuestamente, le extraerían un riñón en el cuarto de un hotel de paso… No es casualidad que uno de los shows televisivos que mayor audiencia mantuvieron en los años 90’s en nuestro país, fue los “Expedientes secretos X”, un programa cuya idea central giraba en torno a un complot mundial para mantener el establishment y someter a la esclavitud a la población en la Tierra. En la última temporada, las ideas eran tan excesivamente rebuscadas, que se cerró el programa, dejando todo sin explicar. Curiosamente, muchos fans coincidieron en que precisamente era eso lo que esperaban: una “explicación” casi mágica. Más recientemente, la saga de películas de niños-mago y zombies sedientos de sangre han recaudado millones de dólares en ganancias.
En estos momentos el gobierno federal ha dado una explicación puntual de la situación con el abasto de combustible. Sin embargo proliferan explicaciones fantásticas y a cual más descabellada sobre la misma. Algunos pocos aprovechan la encrucijada para tratar de justificar sus fobias contra la administración actual. Otros, simplemente repiten versiones sin fundamento de imaginarias conjuras internacionales en donde México supuestamente terminará teniendo una crisis financiera sistémica, similar a la de Venezuela… En columnas anteriores he planteado que desde hace algunos meses se espera que se presente una caída de precios en muchos mercados financieros, incluido el nuestro. Este es un fenómeno periódico y no depende de la economía de México. Sin embargo, si en estos momentos podemos ver compras “de pánico” de combustible (lo que incluye a colegas investigadores de probado prestigio) ya podemos imaginar el panorama que se presentará cuando las acciones de la bolsa comiencen a caer… Es necesario informarse y actuar con responsabilidad.
Twitter: @Cs8Soto