En 2018 se tuvo una inversión en obra pública de mil 800 millones de pesos en obra pública, de los cuales mil 200 millones de pesos correspondieron a obras del gobierno estatal y 600 millones de pesos del gobierno federal; lo anterior, pese a que se habían anunciado inversiones por un total de dos mil 500 millones de pesos.

Al informar lo anterior, el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Carlos Henkel Escorza, habló de recortes muy importantes en la delegación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y en la Comisión de Pueblos Indígenas, entre otras dependencias federales.

Esto significó que las empresas constructoras se vieran afectadas por este recorte presupuestal del 30 por ciento, en promedio, lo que significó ingresos muy inferiores a los registrados en 2015 y 2016.

Los empresarios tienen sin embargo la esperanza en los presupuestos anunciados para el 2019, de tres mil millones de pesos para SCT, aunque aún no se tienen los anuncios oficiales correspondientes.

De cristalizar estos anuncios significarían que en teoría el presupuesto para este año crecería un 40 por ciento en relación del 2018, “y nosotros esperamos que así sea, que no haya recortes este año”.

En cuanto a la obra privada, Henkel Escorza informó que la Sedeco invitó a participar con las empresas que llegaron a asentarse en la entidad, pero se trata de empresas que traen sus propias constructoras y la participación de las locales ha sido mínima.

Subrayó que las empresas constructoras locales están certificadas en más del 90 por ciento de los casos, y cuentan con todo lo necesario para poder atender las necesidades de las empresas que se asientan en la entidad.

Finalmente habló de las afectaciones causadas por el abasto insuficiente de combustibles y dijo que se ha solicitado a las dependencias oficiales ampliar plazos de entrega y ajuste en precios, “pues nosotros seguimos pagando impuestos y seguridad social”.