Por: Carlos Muñoz Moreno

 

Con la elección de 2018 mucho cambió el panorama político en el país, y ese cambio ha ido evolucionando desde entonces; podremos estar a favor o en contra de la ola morenista que poco a poco ha ido consolidándose en México, pero es innegable que con ella ha llegado una nueva realidad que se arraiga en las entidades donde las gubernaturas han deja dode estar en manos de PAN, PRI o PRD para tener gobiernos emanados de MORENA.
En ese rejuego político electoral Hidalgo no estuvo exento y el pasado mes de junio se signó el fin del PRI como fuerza hegemónica en la entidad, para abrir paso a la primera gubernatura no priista, con lo que también se han dado cambios que poco a poco irán consolidando a figuras locales que, a lo largo de décadas, trabajaron por esa alternancia que al fin llegará en un par de semanas.
Una de esas figuras, con una larga historia de luchas desde la izquierda es mi querido amigo, el profesor Luciano Cornejo Barrera, quien comenzó desde las aulas, compartiendo con otros docentes, esa aspiración por un proyecto político de izquierda que lo hizo incursionar en la vida política de la entidad.
Así, Luciano Cornejo fue fundador del Consejo Central de Lucha del Magisterio Hidalguense y un importante activo en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
Y en esos derroteros trabajó con el Frente Democrático Nacional, allá en la elección del 1988 –cuando se cayó en sistema— en apoyo a la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas, elección que marcaría el principio de un lento pero inexorable debilitamiento, hoy casi mortuorio, del otrora omnipotente PRI.
Esa elección significó para muchos militantes de pequeños partidos de izquierda, y ciudadanos identificados con esas corrientes de pensamiento, la gran opción para construir una carta política y electoral viable que se consolidó en el PRD.
Luciano Cornejo fue así fundador del PRD hidalguense en el año 1989, para luego ser presidente municipal de Tezontepec de Aldama del 94 al 97 y después candidato a Diputado Federal por el distrito de Tula de Allende, donde, aun perdiendo, pudo lograr 44 mil votos ante un PRI todavía poderoso en Hidalgo.
Su paso por el PRD, como toda su trayectoria, ha sido tumultuosa, criticada por muchos, admirada por otros y llena de contrastes. Fue presidente de los perredistas en la entidad, incluso diputado federal, pero lo que muchos recuerdan, y critican, fue que le abriera las puertas del partido a José Guadarrama Márquez, lo que a la postre permitió fortalecer y extender aún más la estructura del partido de Sol Azteca.
En 2015 renunció al PRD y se afilió al nuevo proyecto del ahora presidente, López Obrador, como miles de perredistas en la entidad, por lo que ahora el PRD es sólo un membrete y Morena es un partido en crecimiento y consolidación.
A Luciano Cornejo lo conocí cuando empezaba mi trabajo en los medios, en el periódico Síntesis, primero como corrector de estilo y luego como editor; y así, con otros colaboradores del periódico y algunos políticos, coincidíamos en tertulias en el Sanborns de Plaza La Joya en Pachuca, junto con Daniel Ludlow –aún priista—, Rodolfo Chavero, Sarkis Jeitani, Ricardo Granados, Virgilio Guzmán, Antonio Salim, el muy brillante profesor Roberto Meza –fundador también del PRD hidalguense— (qepd) y otros más.
Conversador inteligente, lleno de picardía, con matices irónicos, pero siempre defensor de causas sociales con una visión desde la izquierda, sin duda encontrábamos puntos en común para hacer repelar a nuestros compañeros de tertulia blanquiazules o tricolores, Luciano Cornejo no sólo se ganó mi afecto y admiración sino el que pueda considerarlo un buen amigo.
Luchador social, duro negociador, astuto, pragmático y persistente, desde hace unos días Cornejo Barrera es representante de la Secretaría de Gobernación en Hidalgo, marcando así el primer paso de lo que significará la llegada de nuevos operadores y funcionarios políticos a espacios de decisión; veremos cambios no sólo en la administración estatal sino otras más en las representaciones federales –antes delegaciones— con lo que nuevas caras comenzarán a figurar y los grupos priistas se irán diluyendo, o tratarán de incrustarse en Morena para no perder sus espacios de poder.
De eso se trata esta nueva realidad en Hidalgo y, quiérase o no, el nombramiento de Luciano Cornejo marca también el reconocimiento de esos luchadores de izquierda que fueron construyendo, desde hace décadas, el cambio que ahora es posible; desde el PARM, el PRD, el Barzón y muchas otras organizaciones campesinas y urbanas de izquierda que pusieron su granito de arena para el cambio inminente.
Y como colofón, es de resaltar que su trabajo sea ahora cercano a una de las más fuertes “corcholatas presidenciables”, Adán Augusto López, por lo que sus buenos oficios serán bien aprovechados por quien despacha en el Palacio de Covián.
Felicidades a Luciano Cornejo, y un abrazo a la cuatitud.