Las marcas propias de cadenas de supermercados y tiendas departamentales, creadas para ofrecer productos “sin marca” a precios más bajos, se han convertido en un fiasco a últimas fechas, pues es muy frecuente encontrar que los productos de marcas prestigiadas se venden con precios más bajos que los de marcas propias.
Un recorrido por supermercados de las cadenas de supermercados Aurrerá, Walmart y Soriana permite observar que la idea de que comprar marcas propias de estas firmas comerciales permite ahorrar dinero, muchas veces resulta errónea.
Es el caso de las bolsas de 900 gramos de detergente en polvo marca propia de la cadena Aurrerá, que se ofrece en 18.90 pesos, mientras que otras marcas como Bold 3 o la 1, 2, 3, se comercializan en la misma cadena de supermercados en 16.90 pesos.
O los envases con 400 gramos de queso panela, de 46 pesos en la marca propia, pero que se vende en 35.90 pesos en la marca Fud, o de 36.80 pesos de la marca La Villita.
Se da esta diferencia de precios también en los envases de un litro de cloro, pues mientras los de marca propia tienen un precio de 10.50 pesos, el de la marca Tres Patitos se ofrece en 8.90 pesos.
O las toallas sanitarias en bolsas de 10 piezas, que ostentan un precio de 12.50 pesos, frente a las de marca Saba, que en envase de 40 piezas se venden en 38 pesos.
Estas diferencias de precios se repiten en una extensa gama de productos en la que las marcas más reconocidas por el público se abaratan frente a las marcas propias, y que van desde envases de plástico, carnes frías embolsadas, bolsas con frutas o verduras congeladas, cafés solubles, productos de limpieza y para el aseo personal, entre otros más.
A decir de personal de estas cadenas de tiendas, que solicitan permanecer en el anonimato, esto se debe a que en sus contratos con proveedores, las cadenas de supermercados quedan en libertad de ofertar los precios de los artículos; sin embargo en el caso de las marcas propias, se trata de productos ordenados y adquiridos a los fabricantes por las cadenas de tiendas, que de ser abaratados, disminuirían sensiblemente el margen de utilidad o incluso generarían una pérdida para la cadena.
Ojo con los pesos
Otro factor que hay que tener muy en cuenta, hacen notar los observadores, es fijarse en el peso que ofrecen las distintas marcas, y que llegan a reflejarse en el precio.
Los kilos y los litros en las cadenas de supermercados han sido desplazados por contenidos menores para evitar disparar el precio sensiblemente, lo que lleva a envasar el aceite en presentaciones de 900, 850 y 800 mililitros, además de los tradicionales envases de 500 mililitros, que ahora ofrecen 450 o 400 mililitros.
Al comprar granos como el arroz, el frijol o lentejas hay que observar los contenidos, pues estos pueden ir de los 900 a los 850 gramos, o incluso, a 300 gramos.
En el caso de los detergentes, con excepción de la marca Roma ya ninguna otra parte, propia o de prestigio, envasa kilogramos ni litros completos en sus presentaciones en polvo o líquidos.
Por lo que toca a los detergentes líquidos para trastes, se envasan botellas con contenidos de 1.2, 1.1, 950, 900 y 750 mililitros, lo que permite a las fábricas aparentar precios en super oferta por contenidos altos, o precios competitivos en sus presentaciones inferiores a un litro.