Son muchas las historias y las traiciones, las versiones y los amarres, los pactos fallidos, los intercambios no logrados, las confabulaciones y las tramas para colocar o derrocar a ciertos aspirantes o candidatos.

Todo eso se vive y se cuenta en los distintos partidos políticos en Puebla, los cuales participarán en la próxima campaña que concluye el próximo 06 de junio.

Algunos de esos momentos suenan espeluznantes.

Otros, resultan ridículos y hasta burdos.

Ya los iremos contando en otras ediciones.

El caso es que muchas de estas versiones dejan mal parados a varios de los representantes de los partidos que participarán en la elección por el Ayuntamiento de Puebla, por cierto, un total de nueve.

Así es, en la elección por la capital, la joya de la corona, como le dicen, son cuatro mujeres y cinco hombres los que desean quedarse con la primera regiduría de la ciudad.

Los invitados a la elección son:

Claudia Rivera Vivanco, edil con licencia, y quien desea reelegirse en el cargo por tres años más, abanderada por Morena.

La aspirante morenista pretende quedarse en el municipio y derrotar a sus adversarios políticos para buscar, después, la gubernatura del estado, ahora en una disputa con el senador Alejandro Armenta Mier.

El panorama para Claudia se antoja muy difícil pero no imposible, aunque va a tener que remar contracorriente porque tendrá al barbosismo, al grupo que controla el estado, en su contra.

Empero, la tarea más difícil es derrotar al candidato mejor posicionado y al que tiene los mejores números en las encuestas, Eduardo Rivera Pérez, quien avanza a pasos agigantados mientras en Morena se siguen peleando, dividiendo y fragmentando.

Y es que Lalo superó bien la lucha interna en el PAN, y aunque las cosas no parecen haberse alineado del todo a su favor en su partido, por decisiones quién sabe de quién, lo cierto es que al menos existe un acuerdo que lo beneficia.

Está convencido de que en esta elección el triunfo será suyo, por lo que matará dos pájaros de un tiro: se cobrará el descalabro que le puso Claudia Rivera en la elección del 2108, y va a demostrar por qué se hizo de la candidatura.

A Rivera Pérez lo apoyan la alianza Va por México que integran el PAN, el PRI, el PRD y los partidos poblanos Pacto de Integración Social (PSI) y Compromiso por Puebla (CP), además de la parte de Morena que está enojada con su dirigencia local y nacional.

Un candidato más que toma especial relevancia por su apellido, por ser el homónimo de Lalo Rivera del PAN, es el abanderado del Partido Fuerza por México (PFM), Eduardo Rivera Santamaría.

Y es que digan lo que digan este personaje se salió con la suya y fue postulado candidato por la ciudad como se lo propuso desde el principio.

Ahora, ya con una estructura de mujeres que logró desde el año pasado bien podría jugar a complementar y/o reforzar alguna de las dos campañas más fuertes, la de Claudia o la del Lalo del PAN, o de plano jugársela a ver si la ola rosa de Fuerza por México permea y le permite una participación digna.

Habrá que estar muy atentos a los tres Rivera, quienes van a dar mucho de qué hablar, aunque uno de ellos, hay que subrayarlo, ya lleva mucha delantera.

El resto de los candidatos, realmente, sólo se sumó para dos cosas: para tratar de mantener el registro del partido que la o lo postuló, y para allegarse de algún recurso que pudiera dejarle la elección.

Allí esta el caso de la “candidata marinista”, América Soto López, del partido Redes Sociales Progresistas (RSP), encabezado por Ramón Fernández Solana.

Su candidata, lo primero que hizo cuando fue presentada públicamente fue pelearse con la prensa, tacharnos de “chayoteros baratos”, mostrar su intolerancia a la crítica, y su mal manejo mediático, así como su deprecio a las mujeres.

Y es lógico, a América Soto la va a seguir hasta la tumba su opacidad y traición al sexo femenino durante el encarcelamiento de la periodista y escritora Lydia Cacho Ribeiro.

Le purga que los medios le recuerden que se hizo pato como titular del Instituto Poblano de la Mujer (IPM), porque no movió un dedo para defender a Lydia, por órdenes directas del entonces gobernador Mario Marín Torres, el “gober precioso”, hoy preso en Quintana Roo.

El resto de los candidatos y candidatas sólo abonarán al candidato más adelantado, y estos son: por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) va “El Capi”, Roberto Ruiz Esparza, ex futbolista profesional del Puebla de la Franja.

Por el Partido Encuentro Solidario (PES), va el prestigiado médico, quien ha dado una de las batallas más épicas y aguerridas contra el Covid-19 en Puebla, Alfredo Victoria Moreno.

Mientras que la “fuerza naranja”, el partido Movimiento Ciudadano, se la jugará con el empresario Édgar Yamil Yitani, quien francamente no levanta, ni sorprende a nadie.

Al Partido Nueva Alianza (PNA) lo va a representar Evelyn Hurtado Morales, académica de profesión y quien es poco conocida en Puebla.

Y finalmente, Norma Romero Cortés, titular de la Notaría 4, y quien entra al quite por las mujeres y hacerle contra peso a la candidata puntera, Claudia Rivera.

Sobre las historias y traiciones, dijera el clásico, lo mejor está por venir.

 

poncharelazo@yahoo.com.mx

En twitter: @poncharelazo

Facebook: Alfonso González

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