“Los humanos tenemos un instinto maternal similar al de otros animales; tiene los mismos fines, pero los humanos estamos inmersos en una sociedad cultural, y eso tiene mucho peso, aunque no está claro cuánto”, así matiza Ángela Loeches Zoóloga de la Universidad Autónoma de Madrid sobre el instinto materno. Cuando un planteamiento presenta ambigüedad es necesario clarificar los conceptos, para ello es conveniente incluir diversas ciencias y logar una comprensión de la realidad más completa. Las mujeres nacen con la capacidad biológica para reproducirse, pero el cerebro y el sistema endócrino desencadenarán mecanismos hormonales hasta el momento de la concepción no antes. Entonces el deseo de ser madre no es causado por el hijo que aún no se conoce, es un deseo que se origina en la idea de lo que significa ser madre y el rechazo a lo que significa no serlo como resultado de la influencia cultural de acuerdo a la época en que se vive. Lo anterior es visible en la actualidad donde hay muchas mujeres que están eligiendo no experimentar la maternidad y estar en paz con su decisión. Esta condición de ser madres en México tiene cifras no aceptables particularmente en niñas y adolescentes; tan solo el 10 por ciento de las mujeres de 10 a 14 años que ya han sido madres presentan rezago escolar, no terminaron la primaria. De las mujeres menores de 15 años con al menos un hijo casi el 90 por ciento se dedica a los quehaceres del hogar. La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de los Hogares (Enireh), arroja que el 36.2% de las adolescentes vivieron maltrato obstétrico durante el parto; mientras que cuatro de cada diez madres adolescentes (41.2%) señalaron haber vivido por lo menos un incidente de violencia de pareja durante la gestación. El 60.4% de las adolescentes usó algún método anticonceptivo en su primera relación sexual. De quienes no lo hicieron, el motivo principal fue que ellas no tenían planeado tener relaciones sexuales (36.4%), el desconocimiento de su uso o de dónde obtenerlos (17.3%) y que no tenía deseo de embarazarse (16%).

Al análisis de esto se observa claramente que el instinto maternal que se espera de ellas se desarrolla diferente en cada una según sus circunstancias familiares y sociales. Cómo ser madre se articula a través de factores, ideas, hábitos y valores que determinarán la forma de su relación con la maternidad. Podemos seguir pensando que el instinto materno es algo que “tienen” las niñas por naturaleza pero eso no lo hace real, es similar a creer que la tierra es plana y porque lo creemos lo será; la parte biológica que tenemos no determina la personalidad de los individuos y sostener estas creencias como mandato social genera desigualdad pues se obliga a ser una madre ideal y experimentar la maternidad como un estado de éxtasis donde se ha de soportar en soledad el dolor físico, el sufrimiento emocional que conlleva la crianza de un nuevo ser, los nuevos miedos que surgen a causa del apego profundo que se genera en el binomio madre-hijo, madre-hija, se  invisibiliza el estrés de ser madre en condiciones no ideales que son las más comunes, madres adolescentes y adultas que carecen de redes de apoyo y renuncian a proyectos personales, en otras aunado a la falta de apoyo familiar sufren violencia física, económica y emocional impidiéndoles estar en una mejor posición de ser madres. Sin embargo, a pesar de los factores en contra muchas logran construir hijos adaptados socialmente, fortalecidos en familias distintas a lo idealizado o en condición de ser solteras con hijos; ellas, debieron hacer uso de herramientas como la determinación, la responsabilidad y el compromiso con el vínculo que les ha nacido.  Solo si dejamos de perseguir ideales fuera de esta época podremos habilitar en la sociedad el deseo de sumarse a su experiencia, de dar soporte sin condiciones basadas en prejuicios o ideas preconcebidas que nos impiden entender las circunstancias de las mujeres en el presente. Respetando las diferencias generamos igualdad, quitamos estrés a las mujeres y permitimos que su maternidad sea elegida y que la forma en que quieren serlo también; en consecuencia, mejor para la nueva vida que ha llegado.

Que todas las mujeres que son madres encuentren las causas de la felicidad en ello.

@AbigailBaezSC

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