A pesar de los embates, de las trabas y de la persecución política, la BUAP y su rector, Alfonso Esparza Ortiz, siguen en plan grande, de desarrollo, de crecimiento y de beneficio para toda la comunidad universitaria.

Ni la sucesión, o el relevo del rector Esparza, quien concluye su segundo periodo de trabajo el próximo mes de octubre, han frenado el trabajo al interior de la universidad pública más importante del estado.

Contrario a lo que se pensó, el trabajo en la BUAP se redobló y continúo sin distracción o freno alguno, pensando ahora en el regreso a clases presenciales y en el cuidado y beneficio de los estudiantes.

Ni la pandemia pudo detener los trabajos en la universidad, en la que se aprovechó la ausencia de la comunidad para rehabilitar, ampliar sus espacios, además de construir nuevas áreas de servicio.

Porque ni la universidad, ni Ciudad Universitaria (CU), ni el Complejo Cultural Universitario (CCU), ni el Edificio Carolino, ni ningún otro espacio de estudio y administrativo en la máxima casa de estudios es el mismo de antes.

Ayer, Alfonso Esparza inauguró la Torre de Gestión Académica y Servicios Administrativos de la BUAP, ubicada en CU. Un edificio que alberga todos los servicios institucionales que la institución ofrece a sus estudiantes y a sus trabajadores.

Discreto, como acostumbra el rector Esparza, encabezó la apertura de la torre universitaria, la cual hará más eficiente los tramites de los estudiantes, de todo tipo.

Al evento asistieron Luciano Concheiro Bórquez, subsecretario de Educación Superior, y Carmen Enedina Rodríguez Armenta, directora general de Educación Superior, ambos de la SEP federal, quienes presenciaron la apertura del Espacio de la Mujer y la Infoteca.

La construcción de la torre universitaria es parte del programa de infraestructura educativa, implementado desde el 2013, cuando Alfonso Esparza asumió la rectoría, en su primer periodo de gestión.

Todo esto hace mucho más interesante el tema de la sucesión en la rectoría de la BUAP, ya que las nuevas autoridades, encabezadas por el rector o rectora, tendrán que continuar las obras y desarrollo de la institución, sin parar.

Por cierto, son tres los aspirantes a la rectoría de la BUAP y el orden de importancia es el siguiente: Lilia Cedillo Ramírez, directora del Centro de Detección Biomolecular; Guadalupe Grajales Porras, secretaria General, y Francisco Vélez Pliego, director del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades.

En lo personal, me parece que ya es tiempo de que la BUAP tenga a su primera rectora, por lo que las cosas parecen perfilarse hacía allá.

Alfonso Esparza ha realizado un excelente trabajo al frente de la universidad, por lo que sería un total acierto que diera paso a una mujer para sucederlo y dar paso al siguiente periodo de gestión.

Hoy por hoy, la mujer está empoderada, ha dado muestras, a pesar, también, de las difíciles circunstancias en las que vivimos y en las que se ha abierto paso, por lo que es necesario que ya muestre la madurez que ha alcanzado en los cargos públicos.

No hay mejor momento, que el actual, para que la primera rectora de la BUAP se muestre a la sociedad.

Y la Dra. Lilia Cedillo tiene el perfil para ello.

Por cierto, la BUAP informó que, durante la gestión de Alfonso Esparza como rector, se han construido128 edificios, incluida la Torre de Gestión Académica y de Servicios Administrativos, los cuales representan 302 mil 649.27 metros cuadrados de incremento en su planta física.

La torre universitaria, tan sólo, cuenta con 21 pisos, incluidos cuatro sótanos para estacionamientos, alberga 22 dependencias administrativas, entre estas las direcciones de Administración Escolar, Recursos Humanos, Servicio Social, Desarrollo Internacional, Comunicación Institucional, Educación Media Superior, Educación Superior e Institucional de Igualdad de Género. Además, las vicerrectorías de Docencia y de Investigación y Estudios de Posgrado, la Secretaría General, Tesorería General, Abogada General y Rectoría.

Está construido en una superficie de 38 mil 337.68 metros cuadrados, y alberga a cerca de mil 800 trabajadores. Geométricamente se forma por dos volúmenes unidos por un tercero. El ubicado del lado poniente corresponde a servicios; el de oriente, a oficinas; y en el central se ubica el vestíbulo de llegada de los elevadores.

Los sótanos tienen una capacidad de 353 cajones de tamaño estándar, nueve cajones para personas con movilidad reducida, nueve más para motocicletas, espacio para bicicletas y bodegas.

poncharelazo@yahoo.com.mx

En twitter: @poncharelazo

Facebook: Alfonso González

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