Parecía que en el PAN poblano por fin habría el consenso para que el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, fuese encumbrado -sin discusiones- como posible candidato de unidad al gobierno del estado en 2024, pero sobre todo para evitar nuevas guerras.

 

Sin embargo, no fue así.

 

Resulta que, como en Morena, en Acción Nacional seguirán con sus reyertas internas, interminables, perjudiciales y de beneficio para el partido en el poder.

 

Los panistas parece que no han entendido que tienen la necesidad de convertirse en un partido de oposición maduro, inteligente, estratega y con visión para poder competir con Morena y con la 4T.

 

Particularmente, porque están repitiendo en Puebla los mismos vicios, conflictos, problemas, enfrentamientos y acciones beligerantes que el partido que gobierna.

 

¿Son tan tontos que no se dan cuenta?

 

¿O es más la ambición de poder que los ciega?

 

Los panistas deben entender que si quieren competirle a Morena la gubernatura del estado tienen que estar unidos, deben generar concesos y una mega alianza que los ayude a aspirar poder recuperar el gobierno.

 

¿Qué no se dan cuenta que una sola corriente no podría ganar nada?

 

Lo que deben hacer es sentarse a negociar desde ahora mismo, porque de lo contrario los tiempos les van a ganar. Y van a repetir el mismo conflicto que tenían previo a la candidatura de Lalo Rivera al gobierno de la ciudad.

 

Lo que sí es de risa es la aspiración de Javier Lozano Alarcón, el ex funcionario calderonista, quien ahora quiere espantar con el petate del muerto a los panistas poblanos, disque regresando a su militancia para pelear por la gubernatura.

 

Vaya cinismo de este “político preocupado por México”.

 

Ya vio la temporada de chiles en nogada y ya se quiere acomodar para disputar la candidatura al gobierno.

 

¿De cuándo acá ahora le preocupan los poblanos?

 

¿Qué ha hecho para darle batalla a Morena en Puebla?

 

¿Para hacerle contra peso al gobierno?

 

Por algo el mentado “pastor” del PAN, Francisco Fraile García, le dijo oportunista.

 

Aunque si de oportunistas, cínicos y cachetones hablamos, el consejero vitalicio del PAN en una de esas también se anda mordiendo la lengua.

 

Porque en el PAN como en el PRI, todos aquellos que siempre se benefician con los cargos directivos y las candidaturas plurinominales quieren volver a ser funcionarios.

 

Todo quieren.

 

Les vale madre la evolución de su partido, las nuevas generaciones, los cuadros que se preparan para renovar sus filas y liderazgos, ellos no quieren dejar el poder y el beneficio propio disque por su antigüedad.

 

Otra vez los Fraile, los Huerta, los morenovallistas, las Aranda y demás yunquistas y aprovechados quieren repetir la historia priista, esa que llevó al ocaso al partido de los tres colores precisamente por no modernizarse.

 

Que hueva, carajo.

 

¿Qué no se dan cuenta los panistas el ridículo que están haciendo en Morena en Puebla con sus infinitos conflictos internos?

 

Deberían ver el ejemplo y voltear al pasado.

 

La ambición del poder no les va a dejar nada bueno.

 

Lo más justo y democrático es que el PAN nacional mida a los aspirantes en Puebla y se meta, verdaderamente, a poner orden en su estructura.

 

A ver si en una de esas se le ocurre a Marko Cortés Mendoza ponerse a trabajar, a cabildear y a operar su partido de cara al 2024.

 

Porque si quiere ganar, ser candidato presidencial y obtener resultados se tiene que poner a operar.

 

Son muchos los cargos, candidaturas, espacios e intereses que hay que consensar y dilucidar.

 

Los panistas se tienen que sentar a dialogar, insisto, porque parece que ya se acostumbraron a echar madrazos para lograr satisfacer sus intereses personales.

 

¿Pues no que ese no era su estilo?

 

 

poncharelazo@yahoo.com.mx

En twitter: @poncharelazo

Facebook: Alfonso González

 

 

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