Este año se tuvo una buena producción de durazno en nuestro estado, entre las principales variedades que se cultivan son “rocío”, “escarcha” y por su puesto el “oro de Tlaxcala”, el cual por cierto este último se cosecha en agosto en su mayoría, así que si usted ve anunciado el durazno de esta variedad entre junio y julio, seguramente es otro y no el que tanto buscamos por su sabor.
Importante reconocer el trabajo de los productores para lograr que sus esfuerzos sean reconocidos en otros estados así como por investigadores en la materia por su calidad y los grados brix (el contenido de azúcares) que tiene la fruta, ni que decir de los consumidores finales, que somos a quienes más los disfrutamos.
Para este año se estima que se tuvo una producción de tres mil toneladas de durazno, Concepción Hidalgo Atltzayanca es la zona referente de este cultivo, pero en los últimos cinco años municipios como Terrenate, Teacalco, Coaxomulco, incluso Calpulalpan, han comenzado con la siembra de árboles de diferentes variedades ya que todo el estado cuenta con un clima propicio para su explotación.
En términos generales, en Tlaxcala se siembran 850 árboles por hectárea de esta fruta, los cuales dan 25 kilogramos cada árbol y en promedio el kilo se ofertó en 10 pesos, mucha de la producción se vende por tamaños (primeras, segundas y terceras), y el mercado está en las principales centrales de abastos como las de la Ciudad de México y Puebla.
De igual forma, la producción la compran empresas que transforman el durazno en mermeladas, jugos, néctares y conservas, logrando así que esta fruta sea un producto agrícola de gran importancia para los productores y cada año se sumen más para su siembra, manejo y explotación.
Hace años los productores producían sin mucho conocimiento, en la actualidad, platicar con un productor de durazno es saber sobre las innovaciones que han implementado como son, podas, nutrición, análisis de suelo, incluso protección de sus árboles con malla antigranizo y riego por goteo.
Cabe hacer mención que el durazno así como puede ser muy rentable, es susceptible a problemas de plagas y enfermedades, una de ellas es la araña roja, que de no atenderse a tiempo le pega de manera severa a la producción e incluso podría acabar con el árbol, de ahí la importancia de la planeación sobre el manejo desde el término de una cosecha al inicio de la siguiente.
Ahora que estamos en la temporada invernal, el árbol de durazno se ve favorecido ya que requiere de muchas horas frío para que en la floración y en la producción se logren cosechas abundantes.
Afortunadamente este año fue benéfico el clima con el durazno, en algunas partes se granizó pero no mermó en la producción, esperemos que en el siguiente ciclo se mejor que este y que los productores mantengan el trabajo como hasta ahora por el bien del campo de Tlaxcala.
