Evo Morales se ha mantenido en la presidencia de Bolivia por casi catorce años y quiere más, recientemente se llevaron a cabo elecciones en aquel país y después de una sospechosa caída de la energía eléctrica, Morales se declaró ganador, a pesar de que una consulta al pueblo había dado como resultado que ya no lo querían más como presidente.

Sin embargo, Morales se empecinó en participar en los comicios y posteriormente en asegurar que había ganado la elección, ante las protestas generalizadas en las calles, lo cual enceguecido, calificó como un intento de golpe de Estado.

Según su biografía, Juan Evo Morales Ayma nació el 26 de octubre de 1959 en Orinoca, Oruro, Bolivia, político y líder del movimiento cocalero boliviano; primer presidente indígena en la historia de Bolivia elegido desde el año 2005. Fue criado en una familia aymara de bajos recursos económicos, se formó en un ambiente rural en el altiplano boliviano. Dionisio Morales, María Aymara eran sus padres. Se dedicaron a las labores agrícolas y ganaderas. Evo estudiaba en la mañana y luego ayudaba a sus padres con las tareas de labranza y pastoreo. Durante un tiempo no pudo estudiar porque sus padres se trasladaron a Jujuy, Argentina para trabajar en los cañaverales azucareros.

Trabajó como albañil, panadero e incluso trompetista, y en 1977 terminó sus estudios. Luego, fue al servicio militar en La Paz, donde fue discriminado por indígena y por pobre.

La familia logró cierta estabilidad laboral con el cultivo de la hoja de coca, uno de los más estables en la región por la demanda creciente del narcotráfico, y Evo comenzó a presentarse como un líder local entre el campesinado indígena.

Preocupado por la realidad social y política de su pueblo y por la lucha de los más desfavorecidos, decidió ser parte del sindicato agrario.

Asumió la secretaría de deportes; luego fue ascendido a la secretaría general, y en 1988 fue elegido secretario Ejecutivo de la Federación del Trópico de Cochabamba.

En 1999 Morales fue elegido presidente del nuevo MAS. Fue un gran líder en contra del “Plan Dignidad” del gobierno en contra de los plantíos de coca, Morales denunció los episodios de represión militar, animó a los cocaleros a resistir. La situación fue tal que amenazó con provocar el estallido de una guerra civil en el Chapare.

En 2002, Evo Morales fue elegido candidato del MAS a las presidenciales, fueron celebradas las elecciones el 30 de junio, los pronósticos no estaban a su favor. Sin embargo, el MAS de Evo Morales se convirtió en la segunda fuerza más votada. Los del MAS fueron fuerte oposición en el congreso. Seis meses después se desencadenó una ola de protestas violentas por un impuesto sobre los salarios. La policía boliviana, declarada en rebeldía, se sumó a las reivindicaciones ciudadanas, y la intervención del Ejército, entonces el presidente retiró las medidas económicas que desataron la crisis.

Los bolivianos acudieron a las urnas el 18 de diciembre de 2005 y de forma mayoritaria respaldaron el marcado programa antiimperialista, anticapitalista y antineoliberal de Evo Morales. Lo anterior, auguraba para Bolivia una profunda transformación social. La victoria en las legislativas aseguró la permanencia del MAS en la Cámara de los Diputados. El 22 de enero de 2006 Evo Morales tomó posesión. Un día antes fue investido como Jacha Mallku (Gran Cóndor), máxima autoridad de los pueblos indígenas, en una ceremonia celebrada en Tiwanaku, la capital aymara.

Ahora, el pueblo boliviano ha salido a las calles a denunciar un fraude y exigir nuevos comicios, además, indignados por el desaire de Morales tras el referéndum de febrero de 2016, en el que 51.3 por ciento de los votantes rechazó una reforma de la Constitución para permitir una nueva reelección del presidente.

Evo sorteó aquél primer revés en las urnas tras su llegada al poder en 2006 con una demanda ante la Justicia Constitucional que, en un fallo controvertido, permitió la reelección indefinida con el argumento de que se trata de un derecho humano. Esa jugada judicial fue una ofensa para miles de bolivianos.

Ante esta ola de protestas, el presidente Evo Morales convocó este domingo a la celebración de nuevas elecciones con un Tribunal Supremo Electoral renovado, poco después de que una auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) encontrara que el proceso electoral del pasado 20 de octubre no siguió los procedimientos adecuados y hubo “contundentes” irregularidades, por lo que corresponde su anulación.

El presidente apuntó que no renunciará al cargo, que tiene un mandato hasta el 22 de enero de 2020, y que plantear que se vaya es dar un golpe de Estado. Eso sí, no quiso asegurar que no participará en las nuevas elecciones.

Mientras persiste una extrema tensión política en el país con todas las ciudades semiparalizadas. La Policía se replegó de las calles en busca de reivindicaciones laborales, sumándose a la enorme protesta en contra del resultado electoral y por la renuncia del presidente Morales.

Mientras tanto en México, el canciller Marcelo Ebrard publicó en su cuenta de Twitter:

La situación en Bolivia muy grave. El diálogo convocado es urgente. Sigo los acontecimientos de cerca. Ya tenemos solicitudes de asilo en curso que atenderemos”.

 

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