Humanismo

Jesús Cruz Fernández

Este acuerdo permite que los otros tres se conviertan en un hábito y un hábito es la práctica constante de una acción, de tal manera que, si los hacemos parte de nuestra vida, esas acciones son las que nos definen, crean nuestra personalidad y nos convierten en los arquitectos de nuestro propio destino.

Para realizar algo en la vida es necesario pensar, tener ideas, sentir el deseo intenso de llevarlas a cabo. Si esto no existe, no podemos realizar nada, sin entusiasmo ni deseo, no podemos realizar grandes cosas, todo quedaría en nuestra mente, en sueños, en ser idealista, pero sin concretar nada en la realidad. Por ello es preferible cualquier acción pequeña pero constante, a no realizar nada.

Si la acciones de que hablamos, además de ser constantes, las hacemos lo mejor que podamos y lo máximo que podamos, el resultado será grandioso, fabuloso y producirá una gran satisfacción personal, un deseo de querer hacer más, porque nuestra seguridad y autoestima crece, eso nos hará sentirnos felices y eso es justo lo que buscamos en la vida, la felicidad.

Pero no se trata solo en el trabajo, también se da en nuestras relaciones personales, familia, amigos, grupos a los que pertenecemos, población, colonia o ciudad, en todas ellas tenemos derechos y obligaciones, nuestra participación es importante y debemos de contribuir a mejorar las condiciones de vida en las que nos encontramos con la participación de todos.

Hacer el máximo esfuerzo en todo lo que hacemos, es como se ha dicho alguna vez, “es dar el extra”. Cuando estamos realizando algo, es esforzarnos. Cuando la comodidad nos dice: “ya parale” y nosotros sabemos que podamos “dar un poco más” hasta llegar a lo máximo que podemos. No hacerlo significa dejar las cosas “a medias”, “a la mitad”, sin el máximo esfuerzo. Eso se traduce en lo que se conoce como “ser mediocre” y ser mediocre es creer a medias, no confiar en uno mismo. ¿Pero como vamos a confiar en nosotros mismos, si no nos esforzamos y no sabemos de lo que somos capaces de hacer?

Cada uno de nosotros esta bendecido con ciertos dones, cualidades, habilidades que nos hacen aptos para determinadas cosas, trabajo o profesión, solo es cuestión de conocernos, descubrir de lo que somos capaces, pero para ello necesitamos actuar, probarnos ante la vida, sacar y dar lo mejor de nosotros en todo lo que hagamos, hasta descubrir nuestros dones y cualidades.

Para ello es necesario descubrir las cosas que nos gustan hacer y hacerlas no por obligación sino por placer, en la casa, la escuela, la colonia o ciudad, en bosque, el mar, las montañas etc. donde cada uno nos interese, entonces los resultados serán mejores, más satisfactorios y tendrán el reconocimiento de los demás.

Hacer el máximo esfuerzo, no implica ir más allá de nuestros limites, rebasarlos nos agotaría, nos desgastaría de manera que pronto nos daríamos por vencidos en una tarea. Recordemos que “todos los excesos son malos”, trabajar de mas o de menos nos generan malestar. Si trabajamos por debajo de lo que somos capaces de hacer, es decir de manera mediocre, nuestra conciencia nos reprocha, sentimos desaliento, desgano, fastidio, nos sentimos culpables.

Lo cierto es, que hacer nuestro mejor esfuerzo, es la clave, tratando de evitar los dos extremos mencionados. Los tres acuerdos anteriores: “Ser impecable con tus palabras”, “No tomarnos las cosas de manera personal” y “No hacer suposiciones”, no podrán hacerse de manera perfecta, porque somos humanos y no somos perfectos, si no perfectibles, es decir nos esforzamos para ser mejores cada día más, considerando que tenemos toda una vida para hacerlo, y que nuestra vida es el hoy, el presente, este momento, este instante en que lees esta columna, porque el pasado ya no existe y futuro no ha llegado aun y nadie nos asegura que estaremos mañana.

abogadocfj@gmail.com