“Tiene oxigenación baja y fiebre. Lo más seguro es que sea Covid. Hágase una
prueba PCR, aíslese en su casa y tome estos medicamentos.” Es una
conversación con mi doctor de hace un año, pero aún siguen resonando esas
palabras en mi cabeza.

Era el pico de la segunda ola en México. Las clases se habían suspendido el 20
de marzo y junto con mi familia nos manteníamos en casa lo más posible. Mi hija
era la única que salía a comprar alimentos y lo más indispensable.
No tengo idea de cuál variante fue la que me infectó, pero el virus es muy
inteligente; entra al organismo y ataca los órganos o sistemas en donde estemos
más vulnerables. En mi caso dejó daños en pulmones, riñones y ojos,
principalmente.

En aquel entonces Baja California y Zacatecas se encontraban en el color rojo del
semáforo epidemiológico; Colima, Tlaxcala y Guerrero en amarillo; Campeche,
Chiapas y Veracruz en verde y el resto de los estados, incluido Hidalgo, en
naranja.

Hoy, la mayoría del país se encuentra en verde, del 29 de noviembre al 12 de
diciembre, solamente los norteños estados de Baja California, Baja California Sur,
Sonora, Chihuahua y Coahuila se encuentran en amarillo.

Con la cercanía del 12 de diciembre, el pueblo de México, mayoritariamente
católico, inicia los preparativos para festejar a la Virgen de Guadalupe. Las
peregrinaciones invaden las carreteras y las principales avenidas en las grandes
ciudades y en los pequeños pueblos también.

Como lo mencioné en una colaboración anterior, ya se pueden observar a muchas
personas “inmortales” en las calles, el cubrebocas es cosa del pasado; “al fin que
ya estamos en verde”, “la pandemia terminó”.

Con la alerta temprana del arribo de la cuarta ola de contagios en nuestro país y la
confirmación del primer caso de la variante Ómicron en nuestro país, lo lógico
sería no bajar la guardia y mantener las prevenciones sanitarias, repetidas en
innumerables ocasiones.

Se espera el arribo de aproximadamente 4,000,000 – cuatro millones de
peregrinos en las inmediaciones de la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de

México. ¡Qué difícil será mantener las medidas del uso de cubrebocas y a Susana
Distancia ni se le verá por ahí cerca!

Hace un año me tocó, junto con mi familia, sufrir la terrible y dolorosa pérdida de
tres personas muy queridas y cercanas, en el lapso de 10 días, debido al maldito
virus denominado SARS-CoV-2, Covid-19 o coronavirus.

Todo el mes de diciembre de 2020, enero y buena parte de febrero de 2021
transcurrieron para mi esposa, hija y muchos de mis familiares cercanos, en una
lucha por conservar la vida. Las secuelas continúan, pero tenemos la cabeza
levantada y estamos listos para seguir adelante.

Durante estos 20 meses muchos amigos y compañeros también han partido al
viaje sin retorno por la misma causa. Es muy doloroso enterarse, más cuando
hemos sufrido esas penas de forma tan cercana.

Tengo la fortuna de poder compartir con ustedes estas experiencias en este
espacio que me brinda Síntesis Hidalgo, pero sé que muchos de ustedes también
han enfermado y sufrido la pérdida de sus seres queridos. ¿Quisieran compartir
sus experiencias en el chat de Telegram?

Síganse cuidando, los contagios han disminuido considerablemente pero la
pandemia aún no termina.

P.D. El jueves pasado cumplí 32 años al lado del amor de mi vida. ¡Gracias, mi
amor!

Twitter: @tuzo_raul