La calentura político-electoral de cara a los comicios concurrentes del 2018 en Puebla está desbordada.

Y lo peor, ya arrojó sus primeras consecuencias.

Tiene a los políticos -de todos los partidos- vueltos locos por querer arrebatar una candidatura a cualquiera de los cargos que se sortearán en las elecciones que se avecinan.

Ya no importa que no sea para gobernador o para presidente municipal, el objetivo de la abundante fauna política que vive en Puebla es no quedar fuera del erario en 2018.

Y los medios para lograr son lo de menos.

Total, aquí en el estado es muy fácil engañar a los poblanos.

Es por ello que hoy vemos toda clase de triquiñuelas para tratar de posicionarse en la mente y en el gusto de los ciudadanos.

Allí está el viejo truco de las encuestas.

Así es, todo mundo sabe que los sondeos de opinión siempre han sido utilizados por los políticos y los medios de comunicación para tratar de manipular un determinado resultado.

Ya sea para definir a algún candidato, para tratar de resolver una elección, para ganar adeptos entre la gente y/o para venderse mejor por encima de cualquiera.

Sin embargo, las encuestas y las empresas que las realizan han ido perdiendo día a día y elección tras elección la credibilidad que se necesita para manipular a la gente.

Esos sondeos o estudios de opinión en muchos casos, porque seguro que hay algunos muy serios, sólo son engaña bobos.

Son herramientas que utilizan los viejos políticos para tomarle el pelo a la gente.

Y existen muchos ejemplos que podrían servir como evidenciar los fraudes y los engaños que comenten muchas “casas encuestadoras”, las cuales sólo venden ilusiones.

Allí están los estudios demoscópicos que tienen las velas encendidas de Juan Carlos Lastiri Quirós, subsecretario de la Sedatu, y José Chedraui Budib, diputado local, por ejemplo.

En el caso de Lastiri, sólo él se cree el cuento de que va muy por encima de otros priistas que disputan o aspiran a la candidatura al gobierno del estado como Enrique Doger Guerrero, actual delegado del IMSS.

Lastiti vive engañado con encuestas cuchareadas que le venden sus amigos, esos que hacen trajes a la medida.

Y si a esto le agregamos que está empecinado en ser el abanderado priista utilizando a todo quien se le atraviese, como los reporteros, de plano está mal de la cabeza.

Por otra parte, recientemente fue publicada una encuesta en la que según su autor son muchos los gallos -de todos los partidos- para disputar la presidencia municipal de Puebla en 2018.

Según el estudio, es el diputado José Chedraui Budib, quien encabeza la lista en intención de voto, esto ante la pregunta ¿Votaría por él como candidato del PRI a Presidente Municipal de Puebla?

De acuerdo con los resultados del estudio demoscópico, el legislador, quien de la noche a la mañana ya es el hombre más conocido y mejor posicionado en la capital, quién sabe cómo, supera incluso a otros personajes mejor posicionados en la realidad como el propio Eduardo Rivera Pérez y la secretaria general del PAN, Martha Erika Alonso.

Hágame, usted, el cochino favor.

Todo lo que se hace por cumplir los caprichos de un político.

Todo mundo sabe que de los ocho flamantes diputados locales priistas no se hace uno.

Y menos de Pepe Chedraui, quien perdió las últimas elecciones como dirigente de su partido en la capital.

Quien crea en los números arrojados por el estudio de marras se debe estar carcajeando.

En el PRI hay mejores hombres y mujeres, cuadros con más colmillo, conocimiento, imagen y experiencia para disputar la capital.

Allí está Víctor Manuel Giorgana Jiménez, quien ya le ganó dos elecciones al morenovallismo.

Mientras tanto en el PAN sólo hay dos competidores: Jorge Aguilar Chedraui y Mario Riestra Piña, líder del Congreso y secretario general del Ayuntamiento capitalino, respectivamente.

De entre ellos es muy probable que salga el candidato.

Ya se analiza incluso quién tiene menos negativos. Quién es el que tiene cabeza león y cola de ratón, y no viceversa por aquello de las cochinas dudas.

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Por cierto que otro que anda desesperado por posicionarse entre los poblanos a como dé lugar es el “gordito priista, amigo de todo el mundo”, Juan De Dios Bravo Jiménez, actual delegado federal de Liconsa.

Resulta que el funcionario anda con todo tratando de meterse en los hogares poblanos a como dé lugar para después exigir una candidatura a diputación federal por el PRI.

Para ello entrega casa por casa avisos sobre los beneficios que otorga el gobierno federal, vía Liconsa, los cuales llevan su tarjeta personal.

El funcionario utiliza los recursos públicos y la estructura de la delegación para concertar citas para él y para su compadrito del alma, Juan Carlos Lastiri.

Sus promotores, además de solicitar copia de los documentos personales a los ciudadanos que quieran ser beneficiarios, les recomiendan apoyar a Lastiri y a Juan de Dios para los futuros cargos.

La encomienda se hace, por supuesto, de palabra para evitar cualquier evidencia del abuso.

Qué tal.

Así está de grave y desbordada la calentura electoral en Puebla.

Así están de precipitados los políticos poblanos.

Y la autoridad, bien gracias

posdatasintesis@yahoo.com.mx

poncharelazo@yahoo.com.mx

En twitter: @poncharelazo

 

 

 

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