A sus abogados, a los ángeles y a todos los santos, como reza la oración a estos divinos seres, va a tener que encomendarse el bravucón y malogrado líder del sindicato del Ayuntamiento de Puebla, Gonzalo Juárez Méndez.
Y se preguntarán ¿por qué?
Muy sencillo, porque en el secretario general del Sindicato Único de Empleados y Trabajadores del Honorable Ayuntamiento de Puebla, Instituciones Paramunicipales y Organismos Públicos Descentralizados (Suethapipopd) “Lic. Benito Juárez García”, ha hecho y deshecho a su antojo en el gremio.
Así es, y con la complacencia, dicen, de la administración saliente en la Comuna.
La corruptela más reciente del líder charro fue disponer de los recursos del sindicato para hacer proselitismo a favor de la ex candidata de Morena, Claudia Rivera Vivanco, por un acuerdo, dicen, para continuar al frente del gremio sin problema.
Por tal razón, Juaritos se la pasó en campaña -mejor que cualquier candidato- entregando dádivas a diestra y siniestra pidiendo el voto a favor de su jefa y de la 4T.
Es por ello que adquirió y distribuyó, con el dinero y las cuotas de los trabajadores municipales, por toda la ciudad, huevo, tortillas, leche y pan. Eso sí, siempre a cambio del voto por “la jefa”.
Sin rubor alguno, Juaritos, se pasó la ley electoral por el arco del triunfo, al fin y al cabo gozó de toda impunidad en ese momento, de un sindicato y de recursos suficientes por si había “madrazos”, a los que está acostumbrado.
Esto, incluso, le generó al lidercillo una sanción por parte del Instituto Electoral del Estado de Puebla (IEEP) por el uso indebido de recursos y coacción del voto.
Se realizó una denuncia en su contra, publicada ya por algunos medios, por la entrega de despensas para favorecer a un partido y candidato, por parte de Gabriel Mariano Pulido González, quien lo acusó de haber violado la norma en campañas.
Así que, con el cuento y el viejo truco de estar preocupado por los poblanos, Juaritos se dedicó a visitar las colonias, barrios y Juntas Auxiliares de Puebla capital para tratar de favorecer a Morena en la pasada elección.
Cosa, desde luego, que no le funcionó para nada.
El tiro le salió por la culata, y el ridículo fue evidente.
Ayer, Juaritos, valiéndose de sus aliados en los medios, anunció que en breve se reunirá con el presidente municipal electo de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, con quien, según él, tiene que platicar “de manera clara” que es lo que van a hacer juntos.
¿Qué tal el patrón?
A ver si su estrategia le funciona.
Por cierto, ¿cuántos pecados tendrá Juaritos?
¿Cuánta cola para estar queriendo presionar una reunión con el nuevo edil?
Debería darse cuenta que Lalo no es Claudia, ni se va a dejar chantajear.
El proselitismo de Gonzalo, a favor de Morena y su candidata, se puede ver en sus redes sociales, no hubo forma de ocultarlo.
El caso es que se dice que no sólo se le viene encima a Juaritos toda la corruptela realizada al margen de los trabajadores en el sindicato que aún lidera, sino todo un tsunami encima.
Los tiempos de aquellos lideres charros que gozaron de impunidad, de libertad y de toda clase de protección para hacer y deshacer en sus sindicatos se acabó hace mucho. La investigación que se realizará al interior del gremio de la Comuna poblana, juran, es inminente.
Ya veremos si a Gonzalo Juárez le quedan ganas de seguirse exigiendo y amenazando a quien contradiga sus decisiones y sus disposiciones en el sindicato municipal.
Por cierto, el mismo mal que sufre hoy Juaritos es el que infectó en su momento a Israel Pacheco Velázquez, ex líder sindical vitalicio del mismo gremio, quien terminó fuera de la Comuna y hasta unos cuantos años en la cárcel.
La nueva administración, la de Lalo Rivera, seguramente llegará a revisar cómo le dejan el gobierno, su sindicato y la caja de los dineros, por lo que si se requiere una depuración y renovación en todas sus áreas nadie dude que la habrá.
Ahora sí que como dijera el mismísimo Juaritos en su momento, “si quieren chingadazos, pues chingadazos van a tener”.
Voy y vengo.
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