El rotundo fracaso obtenido por la consulta popular para enjuiciar a los ex presidentes, llevada a cabo el fin de semana pasado, es equivalente al resultado que los gobiernos de Morena han arrojado en lo que va de sus distintas gestiones.

Pocos, los menos después que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ganó la presidencia, han sido los que han obtenido resultados efectivos y el aval de la ciudadanía en sus respectivas administraciones, y Puebla no es la excepción.

Y es que Morena y la 4T prometieron mucho pero respondieron y ofrecieron poco.

En la entidad, el gobierno de la ciudad de Puebla y el de las dos cholulas -San Pedro y San Andrés- son el mejor ejemplo.

Los tres presidentes municipales, emana0dos de Morena, perdieron la elección pasada y tendrán que ceder el gobierno al PAN.

La molestia de los poblanos, el voto de castigo por el mal gobierno y por el desastre heredado por sus administraciones es evidente, así que no hubo excusa ni pretexto, los ciudadanos apoyaron a los candidatos de la oposición.

Karina Pérez Popoca, Claudia Rivera Vivanco y Luis Alberto Arriaga Lila son ejemplo de lo que los gobierno vigentes de Morena no deben hacer.

Por algo la ciudadanía los rechazó y los castigó.

En el caso de Luis Alberto Arriaga, y aunque él no tuvo el privilegio de ser considerado el candidato de Morena para la reelección, también lleva parte de responsabilidad en la derrota que el PAN y la presidenta electa Paola Angón Silva le propinaron a la 4T el pasado 06 de junio.

Habrá que decir que al aún edil de San Pedro le jugaron chueco en su partido, pues sorpresivamente lanzaron a Julio Lorenzini Rangel como candidato de Morena a la presidencia de su municipio, lo que ya no le permitió a Arriaga poder intentar reelegirse.

Un dato interesante es que Lorenzini es compadre del operador del barbosismo, Eric Cotoñeto Carmona, por lo que eso, se dice, habría pesado para que fuese nominado a la candidatura y a competir en la elección en la que resultó perdedor.

Sin embargo, casi toda la zona conurbada de Puebla la dilapidó Morena y la entregó al PAN y a sus candidatos.

En la ciudad capital el ganador fue Eduardo Rivera Pérez, el ahora edil electo del PAN; mientras que en San Andrés Cholula se alzó con el triunfo otro panista, Edmundo Tlatehui Percino.

Empero, estos tres municipios son sólo una muestra del fracaso que tuvo Morena como gobierno.

Un común denominador en las tres regiones es la falta de obra pública y los servicios básicos que se deben brindar a la ciudadanía, tales como obra pública, seguridad, alumbrado, agua potable, entre otros.

En la capital, por ejemplo, los jardines de los camellones, de los parques públicos, además del bacheo, son un verdadero dolor de cabeza para los ciudadanos.

A poco más de dos meses del cambio de gobierno, estos espacios están en completo abandono, las calles están hechas trizas por las lluvias, y los reportes ciudadanos son enviados directamente a la basura.

No hay calle que no tenga un bache en el que cabe hasta un auto completo.

Por algo se han hecho tan famosos los socavones.

Y si a esto agregamos que los gobiernos de Morena son de los más autoritarios, y los que menos resultados de gobierno dan, las cosas se ponen peor.

Porque la soberbia ha sido el peor de los pecados de las administraciones de la 4T.

Por ello sostengo que los gobiernos de Morena, junto con la consulta chaira del fin de semana pasado equivalen a lo mismo, dieron como resultado lo mismo, un gran desilusión.

El 7% de participación, para disque opinar si se enjuiciaba a los ex presidentes, es nada.

Sería ridículo si se mide en equivalencia el resultado de la mentada consulta ciudadana y los 520 millones de pesos que costó este “gran ejercicio” de la 4T, el cual, insisto, fracasó rotundamente.

El INE hizo lo que tenía que hacer, así que ahora no quieran culparlo de su mala idea.

¿O me equivoco?

poncharelazo@yahoo.com.mx

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