El retorno paulatino de las personas a sus actividades habituales fuera de sus hogares permitió que la violencia familiar haya disminuido entre enero y agosto de 2021 respecto del mismo periodo de 2020.

De acuerdo con los datos de la Fiscalía General del Estado de Puebla, entre enero y agosto de 2020 se registraron 6 mil 253 casos de violencia familiar a nivel estatal, mientras que de enero a agosto de 2021 solo se presentaron 5 mil 942, equivalente a un 5% menos delitos de este tipo.

A nivel municipal de Puebla el descenso fue mayor al pasar de 2 mil 51 casos contabilizados entre enero y agosto de 2020 a tan solo 1,701 casos en el mismo periodo de 2021, es decir un 17% menos.

Lo anterior se explica por el hecho de durante abril y mayo de 2020, familias completas estuvieron confinadas, la mayoría en espacios físicos reducidos, característicos de zonas urbanas, con el consecuente hartazgo y confrontación que dieron como resultado una mayor violencia familiar, sobre todo contra mujeres y niños.

En términos prospectivos, la tendencia observada durante los últimos meses indica que al final de 2021 éste delito habrá disminuido en ambas demarcaciones (estado y municipio de Puebla) y cuando la normalidad se restablezca en forma definitiva estaremos observando las mismas cifras que prevalecían hasta antes del confinamiento, que para bien o para mal, no ha terminado.

Si hubiera disposición por parte de las autoridades de los tres niveles de gobierno, ésta sería la mejor coyuntura para emprender más y mejores acciones de carácter preventivo para que jamás se vuelvan a presentar cifras tan altas como sucedió el año pasado, la mayor parte producto del confinamiento.

En sentido contrario, el robo en sus diversas modalidades subió al pasar de 16 mil 698 casos registrados de enero a agosto de 2020 en el estado de Puebla a 18 mil 657 en el mismo periodo de 2021, equivalente a 11.7% más.

A nivel municipal el incremento fue mayor, al pasar de 5 mil 49 robos entre enero y agosto de 2020 a 7 mil 947 en el mismo lapso de 2021, es decir un aumento de 57.4%

El robo que más se incrementó fue el de autopartes con 341% a nivel estatal y 854% en el municipio de Puebla, le siguió el robo en transporte individual con 126% a nivel estatal y 374% en el plano municipal, continuó el robo en transporte público colectivo con 110% a nivel estatal y 176% en el municipio, cerrando el robo a transeúnte con 107% a nivel estatal y 285% en el municipio de Puebla.

La premisa en el comportamiento de este tipo de delitos es que mientras más gente ande en las calles, la posibilidad de que se convierta en víctima de robo en cualquiera de sus modalidades es más alta, con mayor razón si durante el confinamiento los grupos delictivos también tuvieron dificultades para subsistir, por lo que tratarán de recuperarse lo más rápido posible.

La problemática que enfrentarán las autoridades municipales que toman posesión dentro de un mes es al mismo tiempo un reto que si lo logran capitalizar poniéndose de acuerdo en qué hace cada quien municipio, estado y federación, posiblemente podrán frenar el crecimiento del robo en sus diversas modalidades y con un poco más de tiempo revertirlo.

Sin temor a equivocarme la estrategia y líneas de acción están en sus escritorios, solo es cuestión de encontrar a los estrategas y operadores correctos, no sus amigos, dejando a un lado los colores partidistas que los postularon ya que la seguridad ciudadana es una función técnica que se vale de políticas públicas solo para hacer realidad lo que tanto anhelan los poblanos, una mejor seguridad

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