El sábado pasado la noticia de la ejecución de la abogada y activista feminista Cecilia Monzón cayó como bomba en Puebla.

Ya de entrada, enterarse del asesinato de una mujer más en el estado fue desagradable, pero saber unas horas después que la víctima era una figura pública por la actividad política que desempeñó además del activismo que actualmente ejercía a favor de las mujeres, incrementó la sensación de desagrado y generó también la de desasosiego.

Recuerdo haberla conocido hace algunos años en eventos políticos y haber coincidido en un evento donde se invitó a varias mujeres a platicar sobre la violencia política que vivieron durante las campañas. Si se siente feo enterarse del asesinato de una mujer desconocida, más feo se siente de alguien a quien conociste.

Cuál fue el motivo de su ejecución y quién fue el autor intelectual así como los autores materiales, son respuestas que nos tendrá que dar la Fiscalía General del Estado.

Hoy en la mañana en su conferencia de prensa diaria, el gobernador, Miguel Barbosa, manifestó que ya se tienen avances en la investigación del caso que se está manejando como feminicidio  y que éste no quedará impune.

Ojalá sea cierto.

Ojalá que caiga en este caso quien tenga que caer.

La ejecución de Cecilia Monzón, deja de manifiesto una vez más que alzar la voz contra las injusticias te conduce en este país a la muerte.

Esperemos se esclarezcan los hechos, pero todo apunta a que su lucha para lograr que ninguna mujer más fuera violentada y para que los varones no se desentendieran de sus hijos en caso de una separación, fue lo que le arrancó la vida.

Habíamos sabido de ejecuciones de figuras públicas en otros estados del país así como en el interior de nuestra entidad, pero no había alcanzado este tipo de crimen a la zona conurbada de Puebla.

De miedo lo que está ocurriendo en nuestro estado.

Es alarmante ver la cantidad de fichas de búsqueda de mujeres que circulan en redes sociales todos los días.

Afortunadamente una de las adolescentes que se reportó como desaparecida en Puebla fue hallada con vida pero de las demás, aún no se sabe nada.

Aparte de la ejecución ya mencionada, otra mujer fue encontrada sin vida y con huellas de extrema violencia el viernes pasado en Puebla.

Van 32 mujeres asesinadas en lo que va del año, aunque no todos los casos están siendo investigados como feminicidios.

Ser mujer es sumamente peligroso en una sociedad machista que cada vez demuestra ser más cruel contra el sexo femenino.

Pareciera que ser mujer es un delito que merece ser castigado con la pena de muerte.

Ser mujer y atreverse a alzar la voz por otras mujeres es delito doble. Así lo demostró el crimen perpetrado contra Cecilia Monzón.

Urge que las autoridades de los tres niveles de gobierno se coordinen para enfrentar YA un problema que se les salió de las manos.

Dijo AMLO esta mañana que su gobierno está en coordinación con la Fiscalía de Puebla para esclarecer la ejecución a manos de sicarios de la activista poblana. Esperemos que las palabras se transformen en hechos y que no se queden como suele ocurrir, en el aire.

Ah pero eso sí, así como están dispuestas las autoridades a poner todo el aparato judicial para resolver este caso, también lo deben estar con todos y cada uno de los asesinatos de mujeres.

Sería injusto que una vez más, solo por ser la víctima una figura conocida, sí se pusieran las pilas solo por quedar bien con el sector político.

Ojalá se haga justicia para todas las mujeres asesinadas.

En paz descanse Cecilia Monzón.

CONTACTO

@Ari_Sintesis127 en Twitter.

rodaril127@gmail.com

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