Por: El Psicólogo Carlos Muñoz

O por lo menos nos gustaría que el horario fuera más flexible, o que no estuviera tan pesado el trabajo, o que no estuviera tan lejos de mi casa, o que tuviera tiempo para estar con mi familia, o que nos ofrecieran más prestaciones, o que el salario fuera más competitivo, o que valoren mi esfuerzo, o que no tenga que hacer funciones para las que no me contrataron, o que no me tenga que llevar trabajo a casa, o que mis compañeros no fueran unas víboras, o que mi jefe no fuera un imbécil, o que mejor esa empresa no existiera por ser parte de un sistema capitalista opresor y…¡ALTO!

Si para esta parte de la lectura (que es el inicio) ya tienes la respiración agitada, estás recordando las hostilidades que sientes cada que tienes que ir a trabajar y sientes un deseo incontrolable por matar a tu jefe o a tus compañeros de trabajo, esta columna sí o sí es para ti, y como ya conoces mi sentido del humor (o eso se esperaría después de varias columnas) no repararé en disculparme por lo que a continuación escribiré, seguramente muchas cosas de las que leas te van a desagradar, y en cierta medida esa es la intención, sin embargo, espero que una vez que termines la lectura sientas esa necesidad incontrolable por hacer eso que pueda cambiar tu situación laboral, independientemente de cual crees que sea lo adecuado.

Como tal no tengo una postura fija sobre el trabajo o las condiciones del mismo, creo firmemente que el trabajo dignifica al hombre, también creo que no puedes escapar de trabajar porque te mueres de hambre (independientemente de si le pareces productivo a la sociedad o no) por otra parte creo que eso de: “excelente ambiente laboral” que ponen al momento de solicitar personal es una burla  y que si no existiera por ley el salario mínimo, los dueños de negocio pagarían (pagaríamos) mucho menos, y que habría personas que desafortunadamente por necesidad, tomarían ese poco dinero, porque de eso a nada…

Estoy consciente que esto no sucede así en todos lados, hay lugares en los que sí da gusto trabajar, te pagan bien, te tratan bien, tienes buenas prestaciones, horarios cómodos, bonos, viajes, aumentos, comisiones, ¿pero qué crees? son los menos, esos trabajos como los que acabo de mencionar son escasos y regularmente necesitas o prepararte muy bien o ser amigo cercano del dueño o por lo menos del reclutador, y para que se desocupe un puesto y puedas entrar, está en chino, en su mayoría los trabajos son vistos como algo negativo, tanto que hasta se suelen hacer innumerables memes al respecto.

Y seguramente podrás decir: Carlos, ¿qué puedo hacer si ya no tolero mi trabajo? (esto por el factor que sea)

La respuesta rápida es: Si no te gusta tu trabajo CÁMBIATE… ¡uy si! como si esas cosas pasaran, estoy consciente que no todo el mundo tiene el control sobre esa situación, ya que están basificados o cuentan con alguna plaza la cual no se ve tan sencillo poder abandonar, y no tanto por el tema administrativo, sino por todas las implicaciones psicológicas que tiene esto, porque al final de cuentas nadie te puede obligar a estar en donde no quieras (en teoría)

Y aquí es donde comienza la lucha de variables en la cual espero no confundirte, intentaré partir de lo general a la particular, vivimos en una sociedad cambiante y acelerada, en la cual no nos podemos dar el lujo de dejar aventado nuestro actual trabajo, porque tenemos tantas deudas, gastos y pagos de servicios pendientes que una sola semana que no tengamos dinero, podría significar la pérdida de estabilidad económica de la familia por un tiempo, esto del lado de las finanzas, sin embargo, esto tiene más factores psicológicos implícitos como lo son: la baja tolerancia a la frustración, baja autoestima, incapacidad para sobrellevar relaciones, sentimiento de fracaso, y sentimiento de pérdida, todo esto te llevará a sufrir una crisis adaptativa en lo que te recuperas tanto económica como emocionalmente; para que una vez cambiando de trabajo llegues al siguiente y te des cuenta que es exactamente lo mismo, entonces es donde te podrías comenzar a cuestionar, ¿Y si el del problema realmente soy yo? eso ni pensarlo.

Regularmente el ser humano tiende a evadir algunas responsabilidades, o por lo menos al inicio, así que será muy difícil que alguien se de cuenta y aparte acepte cuando quien está fallando es el, y reitero, yo también soy empleado por lo que lo que escribo, igual aplica para mi, a lo que quiero llegar es que al igual que en todo, no existe una respuesta correcta, por dicho motivo te dejaré a continuación algunas preguntas que debes considerar al momento de evaluar tu situación laboral/emocional.

  1. ¿Cómo es mi desempeño laboral?
  2. ¿Trabajo más horas de las que mi cuerpo puede aguantar?
  3. ¿Cómo me siento cuando veo a mis compañeros de trabajo?
  4. ¿Qué sensación me provoca el ver a mi jefe/a?
  5. ¿Qué tan cansado me siento después de mi jornada laboral?
  6. ¿Qué pasaría si cambio de trabajo por voluntad propia?
  7. ¿Qué pasaría si mañana me despidieran de mi trabajo?
  8. ¿En verdad merezco tolerar esos tratos?
  9. ¿Por qué mis compañeros abusan de que soy buena persona?
  10. ¿En verdad necesito llevarme trabajo y problemas a casa?

La respuesta a estas preguntas te podría dar un punto de partida a lo que podría ser un cambio en tu vida, insisto, si los problemas ya no son tolerables, la solución fácil es cambiar de trabajo, sin embargo, entiendo que eso no siempre es posible, por lo cual tendrás que buscar estrategias para poder gestionar todas esas variables de las que hemos hablado antes, y en dado caso que asumas responsabilidad y desees cambiar o aprender a manejar ciertos rasgos de tu personalidad que sientes que son los que te están poniendo en apuros constantemente, podrías considerar la posibilidad de visitar a un psicoterapeuta, ahí encontrarás respuestas sobre por qué eres como eres y cómo hacerle si es que deseas mejorar algunos rasgos personales, porque de las cosas que sí tienes control, son de aquellas que pasan contigo, lo que hacen o dicen los demás, jamás lo podrás controlar, bueno esa es mi sugerencia.

Te agradezco mucho por el apoyo que van recibiendo las columnas, cada vez son más los mensajes que voy recibiendo en la semana sobre temas que te gustaría que escribiera y sobre lo que les pareció el anterior, puedes seguir participando en redes sociales, me encuentras como @psicologocarlosmuñoz, todo lo que se escribe acá está abordado desde una perspectiva psicológica, y entiendo perfectamente que existen diferentes enfoques, por lo que siempre digo, puedo estar equivocado.

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