Todos los seres humanos tendemos a categorizar el mundo que nos rodea para poder manejarlo y entenderlo mejor. Por ejemplo, si entramos en un centro comercial y necesitamos información sobre un producto, buscamos una persona que encaje dentro de la categoría de dependiente y la encontramos fácilmente consiguiendo así, de forma rápida, aquello que deseábamos.

Los prejuicios y los estereotipos son sesgos que a menudo contribuyen o son causantes de que se mantengan la desigualdad social y muchos casos de discriminación,  de igual forma pueden influir de manera negativa en las relaciones entre grupos sociales y dificultar su convivencia hasta convertirse en un absurdo móvil para emplear la violencia y la agresión hacia otros seres humanos.  Ambos casos generalmente traen consigo elementos negativos y tienen algunas cosas en común, sin embargo, no se trata de lo mismo.

Los prejuicios son ideas preconcebidas que se tienen acerca de alguien o de algo antes de tener un adecuado y preciso conocimiento para juzgar, un prejuicio es un juicio, por lo general negativo, que hacemos sobre otra u otras personas sin conocerlas realmente.

Las concepciones prejuiciosas pueden estar basadas en el género, étnia, color de piel, tatuajes y otras marcas; y muchos otros elementos. Generalmente el prejuicio consiste en mostrar sentimientos negativos hacia aquellos que no pertenecen al mismo grupo al que uno pertenece.

Algunos ejemplos de prejuicios son: Rocío piensa que todas las personas de medio oriente son terroristas y por lo tanto hay que tenerles miedo, Octavio considera que las mujeres no son capaces de hacerse cargo de puestos altos, ya que no son tan inteligentes como los hombres, Liliana se encuentra con un hombre de origen afroamericano en la calle y decide ir por otro lado, ya que piensa que la puede atacar.

Muchas veces la mejor manera de combatir el prejuicio es familiarizarnos con el objeto al que va dirigido, ya que el conocimiento del mismo nos permite desarrollar una visión más clara y objetiva de la realidad.

Por otra parte, los estereotipos son imágenes o ideas muy simplificadas que nos hacemos de ciertas cosas (personas u objetos). Tiene mucho que ver con las clasificaciones que se hacen de las personas atendiendo a la pertenencia de las mismas a determinados grupos.

Los estereotipos también se basan en ideas preconcebidas y se forman cuando los integrantes de ciertos grupos suelen mostrar patrones de comportamiento o pensamiento similares. Pueden ser negativos, positivos o neutrales por ejemplo, que los empresarios son ambiciosos, que los funcionarios públicos no tienen sentido del humor, o que las mujeres tienen pelo largo y llevan falda. La principal función de los estereotipos es simplificar la realidad.

Estos se basan generalmente en algún tipo de experiencia personal o en las impresiones que hemos adquirido durante la infancia, durante la temprana socialización con los adultos que nos rodean en el hogar, en la escuela o a través de los medios de comunicación de masas, que luego se generaliza a todas las personas con las que podrían estar relacionadas.

 

Qué puedes hacer para combatir los prejuicios y estereotipos

  • Descubre y reconoce tus propios prejuicios. Habla con otras personas para descubrirlos. ¿Qué beneficios has obtenido al discriminar a otros? Si te han discriminado alguna vez, ¿qué has sentido?
  • Mantén contacto con miembros del grupo discriminado. Busca lo que tenéis en común, participad en proyectos comunes, infórmate sobre dicho grupo y sobre las falsas creencias que hay sobre él.
  • Comprométete a cambiar.
  • Sentirse bien con uno mismo es importante a la hora de aceptar a los que son diferentes, pues no tendrás que utilizarlos para aumentar tu autoestima. Muchas veces se proyecta la culpa en aquellos que son diferentes.
  • Desarrolla la empatía. Significa ser capaz de ponerse en el lugar del otro y saber qué está sintiendo.
  • Valora la diversidad en todos los sentidos. Piensa que cuánto más variado sea tu ambiente, mayor será tu creatividad; tendrás la posibilidad de ampliar tus conocimientos y puntos de vista, enriqueciendo así tu personalidad; posibilidad de aprender de la sabiduría de otras culturas; aumento de la libertad al no tener que someterse a roles estrechos acordes con estereotipos…
  • Acepta que no lo vas a entender todo ni lo vas a compartir todo. Cada grupo tiene sus costumbres. Piensa que puede que haya alguien por ahí que no entienda que tú (o personas muy cercanas a ti) te hayas hecho voluntariamente agujeros en las orejas para ponerte un adorno. No necesita entenderlo, sólo aceptarlo.
  • No te calles ante un comentario o chiste prejuicioso. Dile a esta persona que entiendes que no trataba de hacer daño a nadie pero que ese tipo de bromas son dañinas para mucha gente. Demuestra que no te hacen gracia ese tipo de comentarios.

 

“La ignorancia está menos lejos de la verdad que el prejuicio”.

Denis Diderot